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GP de México: El día que Alain Prost remontó desde últimos lugares y ganó la carrera de F1

El Autódromo Hermanos Rodríguez fue testigo de cómo Alain Prost, que se encontraba en la posición 13, logró la victoria en tierra azteca.

Alain Prost fue el ganador del GP de México en 1990. (YouTube: FORMULA 1)

Las carreras de Fórmula 1 siempre traen gratas sorpresas, sobre todo si se trata de remontadas -claro, para el piloto que la logró-, como la del GP de México de 1990 disputada en el Autódromo Hermanos Rodríguez, en la que el piloto francés Alain Prost ganó después de remontar desde el final de la parrilla.

Aquella temporada existió cierta rivalidad entre el brasileño Ayrton Senna y el francés Alain Prost, algo como lo que ocurrió con Hamilton y Verstappen en la temporada anterior -2021-.

En diversas entrevistas, Prost ha señalado que aquel Gran Premio ha sido probablemente el más importante en su carrera como piloto, ya que logró abrirse paso desde la treceava posición en la que se encontraba en un inicio para conquistar el Autódromo Hermanos Rodríguez, a pesar de los inconvenientes que se le presentaron.

Gran Premio de México 1990: Una carrera llena de sorpresas

El asfalto ondulado comenzaba a causar estragos en algunos pilotos, quienes se quejaron de aquella situación que les hacía más complicado competir. Una clasificación donde Alain Prost, Nigel Mansell y Philppe Alliot sufrieron despites, algo que no les favoreció.


24 de junio de 1990 fue el día que se celebró el catorceavo Gran Premio de México -pues recordemos que para 1990 se encontraba en su segunda etapa-. México era la sexta parada de Fórmula 1 en aquel entonces y Ayrton Senna era quien lideraba hasta entonces el campeonato de pilotos con 31 unidades.

La remontada de Alain Prost

Prost se encontraba en tercer lugar con 14 puntos, y aquel domingo largaba desde la posición número 13, lo cual parecía complicar la carrera para el piloto de Ferrari, que no había tenido su mejor participación en Canadá la semana pasada.

Al llegar a la primera curva se encontraba en el décimo quinto lugar, dos abajo de donde inició, ya que parecía cauteloso con sus movimientos.

Después del arranque, casi instantáneamente, Senna tomó la delantera y se colocó en la primera posición; detrás de él, iba Patrese y luego su coequipero, Berger. Algunos minutos después, Alain logró retomar la posición número 13.


Ni tardo ni perezoso, parecía que Prost había encontrado una estrategia para escalar posiciones, pues algunas vueltas después ya se le veía en la décima.

La necesidad de revisar los neumáticos provocó que algunos de los que estaban a la delantera se detuvieran en pits para tener unas gomas más frescas, situación que aprovechó la dupla de Ferrari y de esta forma hubo un momento donde ya se habían juntado; incluso, Prost superó a Mansell.

Hacia la mitad de la carrera, el piloto francés de Ferrari ya había alcanzado la cuarta posición, solo por detrás de Ayrton, Nelson y Nigel, quienes estaban en primero, segundo y tercero respectivamente. Después de cinco vueltas, Alain ya era el tercero y la oportunidad de subir al podio en México estaba latente.

Ayrton Senna sufre abandono

Faltaban solo cinco vueltas para terminar la carrera hubo dos sucesos que ocurrieron en la misma vuelta: Mansell realizó un trompo, manteniendo la segunda posición, y Senna tuvo que abandonar la carrera -en su GP número 100- ya que se rompió su neumático trasero derecho.

Aquel incidente del brasileño fue aprovechado por Prost, quien no cedió el primer lugar y logró su victoria número 41 en Fórmula 1.

La segunda posición fue muy peleada, sobre todo en las últimas vueltas, donde Mansell y Berger tuvieron un par de sesiones de ‘estira y afloja’, las cuales terminaron por darle el 1-2 a Ferrari en aquella ocasión.

El antepenúltimo GP de México -antes de ser suspendido de nueva cuenta- dio muchas sorpresas no solo a los aficionados de las carreras y de Fórmula 1, también a sus pilotos, quienes al final se acercaron con la prensa para hacer algunas declaraciones.

Prost señaló que: “el coche estaba incómodo cuando traía los tanques llenos, pero a medida que la carga se aligeró, mejoró y, para el final: fue bien eficiente. Le pedía al equipo por la radio, que me mantuviera informado si iba ganando o perdiendo terreno detrás del líder, todo el camino. Controlé la situación y estoy muy feliz. No tuve ningún problema para ganar”.

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