Las integrantes del equipo mexicano de nado sincronizado y algunos clavadistas han expresado en los últimos meses su preocupación por el ‘congelamiento’ de sus becas deportivas, pero pocos o ninguno han criticado pública y directamente a la Conade o a su directora, Ana Gabriela Guevara, debido quizá a la denominada ‘ley mordaza’.
Hace unas semanas, las nadadoras artísticas se ampararon contra la retención de sus recursos por el conflicto entre la Federación Mexicana de Natación (FMN) y la World Aquatics porque consideran que están en el derecho de reclamar sus becas; pero no criticaron a la Conade.
El clavadista Kevin Berlín también se quejó de que acudieron al Mundial de Natación en Fukuoka sin equipo médico, pero tampoco criticó explícitamente a la Conade o Ana Guevara.
Conade impide a deportistas criticar a instituciones o dirigentes
Para que los deportistas mexicanos reciban un apoyo económico o beca deportiva por parte de la Comisión de Cultura Física y Deporte se toma en cuenta si su disciplina es olímpica, además de su trayectoria y logros en competencias internacionales.
Pero también, los deportistas deben cumplir con otros requisitos y obligaciones establecidos en el Acuerdo 30/12/22, “Reglas de Operación del Programa de Cultura Física y Deporte para el ejercicio fiscal 2023″.
Este acuerdo, que entró en vigor el 1 de enero de este 2023, desató polémica al momento de su publicación en el sitio oficial del Gobierno de México porque incluye una “carta aceptación-compromiso” con varias obligaciones que los deportistas deben aceptar y cumplir para mantener su beca.
La carta ha sido denominado por algunos medios y periodistas como “ley mordaza” porque coarta la libertad de expresión de los deportistas de alto rendimiento al impedirles emitir declaraciones no fundadas o si motivo en contra de las instituciones deportivas o sus dirigentes y entrenadores.
El apartado II. CONDUCTA, número 7, manifiesta: “Declaraciones a medios; abstenerme de declaraciones no fundadas y debidamente motivadas en contra de las instituciones deportivas estatales, nacionales, dirigentes deportivos, entrenadores o grupo multidisciplinario”.
Mientras que el número 8 establece: “Redes sociales; ser responsable de todas las declaraciones que emita en cualquiera de las redes sociales en las que me desenvuelvo, no dañaré la imagen institucional y/o cualquiera de los representantes del Sistema Nacional de Cultura Física y Deporte (Sinade)”.
En esta carta los deportistas se comprometen también a mantener un orden disciplinario; cuidar su vocabulario, vestimenta, salud e imagen pública; acudir a eventos deportivos; colaborar con los patrocinadores oficiales de Conade y no participar en programas mediáticos que interfieran con sus entrenamientos.
Al firmar, los deportistas aceptan que esta carta “no se encuentra viciada por ignorancia, inexperiencia, desproporción, lesión, error, dolo o mala fe” y es su libre y espontánea voluntad la que decide.
Los firmantes aprueban también que “en caso de no dar cumplimiento a lo establecido en materia de disciplina o de no lograr los compromisos mencionados con antelación”, aceptarán la determinación que CONADE tome respecto a la cancelación de su beca.
Este carta ha sido denominada “ley mordaza” por algunos medios al considerar que fue establecida de forma unilateral por la Conade, limita la libertad de expresión de los deportistas y dificulta la mejora del deporte nacional al no poder señalar problemas o irregularidades.