Tras 8 años en el cargo como director técnico de la selección femenina española, Jorge Vilda fue despedido en medio de la polémica de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) con su presidente suspendido por la FIFA, Luis Rubiales, luego del beso no consensuado en la celebración de Mundial a Jenni Hermoso.
Quien fuera también director deportivo en la institución fue uno de los que aplaudió la negativa de dimisión de Rubiales en la Asamblea, a la que también se vio a Luis de la Fuente. Antes también lo mencionó en su discurso de festejo en Madrid.
Aunque se retractó en un comunicado al asegurar que su acción era “inaceptable”, por lo que argumentó que “no refleja en absoluto los principios y valores que defiendo en mi vida”, para entonces, once de sus colaboradores ya habían renunciado.
En un escrito a través de Futpro, más de 80 futbolistas (incluidas a las recientes campeonas) ejercieron presión al renunciar a futuras convocatorias “si continúan los actuales dirigentes”.
La fricción venía desde la Eurocopa 2022, ya que 15 jugadoras enviaron un mail pidiendo profesionalismo y mejoras a las condiciones del entorno para salvaguardar su estado emocional.
Vilda sustituyó a Ignacio Quereda en 2015 tras su paso por la sub-19 y la sub-17, con la que ganó dos Eurocopas, dos subcampeonatos europeos, un bronce mundial y un subcampeonato del mundo. Todavía le quedaba un año de contrato.
Las polémicas de Jorge Vilda con la selección
El entrenador protagonizó algunas polémicas, como un video viral en el que fue criticado en redes sociales, también en la final de la Copa del Mundo, cuando parece tocar indebidamente el pecho de su asistente Montse Tomé.
De acuerdo con El País, entre sus prácticas de control estaba obligar a las deportistas a dejar abiertas las puertas de las habitaciones durante las concentraciones, además de pedir explicaciones sobre el tiempo libre, revisar las compras o no dejarlas salir del hotel si no eran acompañadas o en grupo.
*Con información de EFE.