La Fiscalía pidió a la Audiencia de Barcelona un castigo de 9 años de cárcel para el exfutbolista Dani Alves, quien irá a juicio acusado de agresión sexual por presuntamente violar a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona en diciembre pasado.
Además del tiempo en prisión, también quieren que indemnice a la víctima con un monto de 150 mil euros. Entre las razones, sostienen que el exjugador de Pumas empleó violencia a la mujer, quien se vio imposibilitada de reaccionar al causarle una sensación de “angustia y terror”.
También se solicitó que se le impongan 10 años de libertad vigilada luego de cumplir su condena y que se le prohíba acercarse a menos de mil metros de la víctima o comunicarse con ella durante el mismo periodo.
La suma monetaria ya fue consignada por el defensa brasileño al juzgado debido a que la jueza de instrucción la fijó como fianza cuando lo procesó.
¿Por qué se opusieron a la petición de libertad de Dani Alves?
La defensa de Dani Alves solicitó una petición de libertad que fue rechazada por la Fiscalía al considerar que persiste el riesgo de fuga por las elevadas penas a las que se enfrenta y dada la proximidad de la celebración del juicio.
El ex del Barcelona fue encarcelado en el centro penitenciario de Brians 2 desde el pasado 20 de enero. Esta no es la primera vez que dan una respuesta negativa a su solicitud, pues en 2 ocasiones anteriores también se la negaron.
Las autoridades argumentan que existe una carencia de arraigo efectivo en el territorio español por parte de Alves, además de nombrar su capacidad económica, la que le permitiría salir del país.
La cronología de la Fiscalía sobre acusación a Dani Alves
De acuerdo con el escrito, luego de que la joven fuera invitada a una zona privada para tomar champagne y lo rechazara, Alves insistió junto a un amigo y “estuvo pendiente” de la víctima agarrando su mano hacia sus órganos reproductivos.
A las 03:20 de la madrugada, se dirigió a una puerta de acceso exclusivo e hizo un ademán para que se acercara. El ministerio público afirma que no la dejó salir, pese a que ella se lo pidió, y “empezó a manosearla con ánimo lascivo y una clara intención de satisfacer sus deseos sexuales”.
Alves se habría sentado sobre la tapa del retrete y la agarró por fuerza de la cintura con una “actitud despectiva y violenta” ante su resistencia, por lo que le bajó los pantalones, la tiró del pelo, la hizo caer al suelo de rodillas y le propinó varias bofetadas en la cara mientras le exigía que le dijera “soy tu putita”.
La joven sintió “que le faltaba el aire” por la situación de angustia y terror mientras Dani la manoseaba y trató de practicarle sexo oral antes de penetrarla vaginalmente sin preservativo.
La joven le pidió a su prima irse de la discoteca, pero en medio de su llanto fue atendida por el personal del lugar de entretenimiento que activó el protocolo. Mientras tanto, Alves y su acompañante abandonaron el lugar “con rapidez” y sin cruzar palabra.
La Fiscalía asegura que la joven sufre un “trastorno de estrés postraumático de intensidad globalmente elevada, con repercusión funcional y deterioro en varias áreas del funcionamiento”, por el que sigue tratamiento psiquiátrico.
*Con información de EFE.