El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ‘apretó’ la fiscalización y creció a un billón de pesos su cartera de adeudos al arranque de 2021, lo que contribuyó a conseguir los 995 mil millones de pesos de recaudación programada para el primer trimestre del año.
Expertos consultados por El Financiero señalaron que la mayor recaudación por fiscalización se debe a que ha permeado entre los contribuyentes la campaña de sensibilización del fisco en cuanto a cumplir con las obligaciones fiscales, por lo que las empresas han acudido a la autocorrección y las personas físicas también se han regularizado para evitar sanciones.
Asimismo, destacaron que la recaudación por fiscalización sea mayor este primer trimestre de 2021 de recuperación económica comparado cuando menos con los dos primeros trimestres de los dos años anteriores sin pandemia.
La cartera de adeudos fiscales hiló cuatro trimestres al alza tanto en incorporación de créditos como montos a cobrar.
En el primer trimestre del año se reportaron un millón 365 mil 451 créditos fiscales equivalentes a un monto de un billón de pesos. El SAT destaca que a marzo hubieron 869 mil 268 créditos fiscales equivalentes a 304 mil 189 millones de pesos que no están controvertidos y son factibles de cobro.
El importe recuperado de créditos fiscales en el primer trimestre de 2021 ascendió a 17 mil 752 millones de pesos, ligeramente superior al monto observado en igual periodo del año pasado cuando se recuperaron 16 mil 106 millones de pesos de la cartera de créditos.
Más recaudación, menos actos
Derivado de la fiscalización, eficiencia recaudatoria y cobranza sin necesidad de judicialización, el fisco recaudó 112 mil 268 millones de pesos entre enero y marzo de 2021, monto récord para un periodo similar dentro de los registros del SAT.
De ese monto, 64 mil 923 millones de pesos fueron por recaudación secundaria, es decir, la que se genera por la intervención de la autoridad fiscal, a través de acciones para elevar la eficiencia recaudatoria, mediante programas que promueven la regularización de los contribuyentes que no cumplieron con sus obligaciones fiscales de manera oportuna y la cobranza coactiva.
El resto, 47 mil 344 millones de pesos, se recaudaron a través de ingresos virtuales derivados de control de obligaciones y de facultades de comprobación que se refieren a la cantidad que el contribuyente no podrá utilizar para futuros pagos de impuestos, solicitar devoluciones, realizar compensaciones o aplicar pérdidas fiscales, lo que generará un incremento en la recaudación.
El fisco, que encabeza Raquel Buenrostro, logró esta recaudación con menos actos de fiscalización en el primer trimestre del 2021.
Entre enero y marzo de este año se realizaron 4 mil 815 actos de fiscalización, esto es una reducción de 63 por ciento respecto de los 15 mil 386 actos efectuados en igual periodo del 2020.
El SAT explica que los menores actos de fiscalización vistos al inicio de año se deben a que se ha buscado “reducir al máximo posible las molestias innecesarias a los contribuyentes y lograr un mejor aprovechamiento de los recursos públicos, ya que la política para los actos de fiscalización ha sido la de privilegiar la calidad sobre la cantidad”.
Permea ‘sensibilización’ del SAT
Juvenal Lobato, presidente de la Comisión Fiscal Nacional de Coparmex, señaló que un factor visto desde 2019 es la ‘sensibilización’ del SAT a los contribuyentes, es decir, que exista una percepción de que se van a ejercer las nuevas facultades fiscales penales, para orillar a los pagadores de impuestos a regularizarse.
“La facultad que ha ocupado el SAT es de sensibilización a los contribuyentes en decirles que si no cumplen pueden tener no solo un problema administrativo sino un tema penal. El año pasado lo vimos con los grandes contribuyentes y eso ha permeado hacia abajo y medianos contribuyentes y posiblemente es un factor que incide en la recaudación”, estimó.
Juan Manuel Franco, socio del Área de Impuestos de BDO México, dijo que las cartas invitación que envía el SAT a los contribuyentes están funcionando porque hacen que estos demuestren que en los últimos 3 o 5 años han hecho correctamente sus pagos provisionales.
“Me ha tocado ver que hay empresas que sí han tenido esa autocorrección porque, inclusive, la omisión de los contribuyentes no es por dolo o mala fe, sino que es por errores y el contribuyente revisa nuevamente la determinación de sus pagos provisionales y se da cuenta de errores sobre ingresos, y eso como consecuencia ha ocasionado mayor recaudación al fisco”, afirmó.