Economía

¿Qué significa que calificación de Deer Park esté cerca del ‘grado basura’?

La calificación ‘Baa3’, en la que Moody’s colocó a la refinería, es el último escalón antes de que la nota caiga en grado especulativo o ‘basura’.

Vista aérea de Deer Park. (Shell)

El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció apenas el lunes que Petróleos Mexicanos (Pemex) adquirió la refinería Deer Park en Houston, Texas, la cual tenía una participación 50-50 entre esta empresa nacional y la anglo-neerlandesa Shell.

Poco después, el jueves, Moody’s rebajó la calificación sénior a esta refinería, a ‘Baa3’ desde ‘Baa2’, con la posibilidad de una nueva revisión a la baja.

La calificación ‘Baa3’ es el último escalón antes de que la nota caiga en grado especulativo o ‘basura’, que son las que se ubican en el grado ‘Ba’, de acuerdo con el escalafón de Moody’s.

¿Esto que quiere decir?

Moody’s tiene su propia escala de calificación, las cuales van desde ‘Aaa’, que es considerada la de más alta calidad y de bajo riesgo crediticio, hasta la ‘C’, que es la más baja y, por lo general, se otorga por incumplimiento y tiene poca perspectiva de recuperación de capital.


En cuanto a la escala de las ‘B’, la más alta es la ‘Baa’, seguida por la ‘Ba’ y la ‘B’. Moody’s también agrega los números 1, 2 y 3 junto a las calificaciones para indicar distintas obligaciones. En el caso de la 3, se refiere a que “se ubica en el rango inferior de esa categoría de calificación genérica”.


BBVA explica que un bono basura es aquel presentado por un emisor que esté calificado con grado especulativo, por debajo de la ‘Baa’ en el caso de Moody’s. Es decir, si Deer Park cayera un escalón más (al ‘Ba’, en este caso) ya sería considerado ‘basura’.

¿Qué significa esto para Deer Park?

Para Moody’s, la baja de la calificación refleja que la recuperación total de la refinería en términos de rentabilidad y su perfil de apalancamiento se extenderá más allá de 2021.

Para Arturo Carranza, analista del sector energético, la baja de calificación cuestiona la capacidad que tiene Petróleos Mexicanos (Pemex) para administrar la refinería.

En tanto, la posible revisión a la baja en la calificación sénior a la refinería Deer Park limitaría la capacidad de la refinería de obtener financiamiento y de conseguirlo en condiciones flexibles, advirtió Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).

“El tema de la calificación de la refinería le puede afectar porque le limitarían el crédito. Deer Park tiene un problema importante que solucionar en el tema de deuda”, advirtió el investigador.

“Sin embargo habrá que esperar con el tiempo si realmente esto sucede. La compra de esta refinería solo nos indica que hacer más es un costo extra como la de Dos Bocas. Así que ojalá lo que aparenta ser una buena compra no se convierte en otro problema para Pemex, donde es urgente un rescate financiero para evitar problemas en la estabilidad financiera del país”, agregó Sánchez Tello.

Revisión de la calificación

Deberán pasar seis meses para que Moody’s determine si la calificación baja o se mantiene.

Si Pemex estableciera una gestión administrativa de esa planta, basada en eficiencias tanto en su operación como en la administración de las entradas y salidas del producto terminado, en línea con una estrategia de mercado, podría mantener su nota en el escalón actual, coinciden especialistas.

“Por ahora, hay preocupación respecto a la forma en la que se opera la refinería. Tomando en cuenta la realidad de Pemex y su dificultad financiera, al momento de adquirir una planta y tenerla que administrar, existe el riesgo de que la misma precariedad de Pemex en su conjunto pueda afectar la operación de esa refinería”, comentó Arturo Carranza.

Otros analistas especializados en Pemex (que pidieron el anonimato), aclararon que la planta de Deer Park se conforma por dos áreas: la de refinación y la de petroquímica, y Pemex está comprando solo la menos rentable, que es la refinería.

“Pemex está teniendo propiedad sobre la que tiene menos márgenes y una perspectiva más negativa dentro de la industria petrolera”, destacaron.

La compra no incluye los inventarios- el crudo que se utiliza para refinar- y, por otro lado, no incluye la manera en cómo sale esta planta a comprar crudo en el mercado para refinarlo, ni la forma sobre cómo sale a comercializar esa gasolina.

A su vez, señalaron que la refinería de Deer Park no produce de acuerdo a los precios o márgenes en el mercado, sino que funciona conforme a una estrategia política de producción.

Con información de Jessika Becerra









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