La condición de la inflación global continuó presentando aumentos por presiones en precios de materias primas, efectos de base de comparación y cuellos de botella en la producción, apuntó este miércoles el Banco de México al dar a conocer su decisión de política monetaria.
En medio de este panorama, es que Banxico actualiza las trayectorias esperadas para la inflación y estas se vuelven más elevadas, que las publicadas en el último Informe Trimestral.
Por tanto, “se prevé que la medición anual de la inflación general y subyacente disminuya especialmente a partir de horizontes mayores a un año y que converja a la meta de 3 por ciento en el primer trimestre de 2023″.
La inflación general y subyacente, que registraron tasas anuales de 5.81 y 4.66 por ciento en julio, respectivamente, se han visto presionadas por la inflación global y las afectaciones en las cadenas de suministro y las expectativas de inflación general y subyacente en 2021 volvieron a aumentar, y las de mediano y largo plazos se mantuvieron relativamente estables en niveles superiores a la meta, detalló el banco central.
Las previsiones están sujetas a riesgos y choques adicionales:
- Al alza: presiones inflacionarias externas, presiones de costos, persistencia en la inflación subyacente, depreciación cambiaria y aumentos en los precios agropecuarios.
- A la baja: efectos de la brecha negativa del producto, mayor distanciamiento social, apreciación cambiaria.
Banxico subió su tasa de interés en 25 puntos base, en línea con lo esperado por el mercado, para ubicarse en 4.50 por ciento, su nivel más alto en casi un año.