La actividad económica en México se deterioró en junio y presentó su peor desempeño en poco más de un año, desde mayo de 2020, ante el debilitamiento ocasionado por la tercera ola de contagios, y los analistas anticipan una moderación en la recuperación en los siguientes meses debido a este factor, ya que también representa un riesgo para algunos indicadores.
El Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE) registró en junio su mayor caída en poco más de un año, informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De acuerdo con datos del IGAE, la economía mexicana descendió 0.9 por ciento respecto al mes anterior, finalizando así con una racha de tres meses consecutivos de avances.
Además, el indicador registró su retroceso más profundo desde mayo de 2020, cuando retrocedió 2.42 por ciento.
Al realizar la comparación con respecto al nivel prepandemia (febrero del 2020), el indicador muestra una contracción de 1.5 por ciento.
Este es un indicador que permite conocer y dar seguimiento a la evolución del sector real de la economía en el corto plazo.
Por grandes grupos de actividades, la mayor caída fue en el sector primario con un descenso de 4.4 por ciento, el retroceso más pronunciado desde agosto de 2020, cuando retrocedió 6.1 por ciento.
Las secundarias cayeron 0.5 por ciento durante el sexto mes del año, reflejando la debilidad del sector.
De manera desagregada, la mayor caída la registró la construcción 2 por ciento a tasa mensual y de la minería cae 0.8 por ciento durante dicho periodo.
Por otra parte, la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final bajaron 0.5 por ciento, y las industrias manufactureras retrocedieron 0.1 por ciento.
Mientras que el sector terciario se contrajo 0.7 por ciento a tasa mensual, finalizando con tres consecutivos de avances.
En su interior, los servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos y servicios de remediación cayeron 6.88 por ciento; las actividades de comercio al por menor fue de 4.20 por ciento y los servicios de salud y de asistencia social con 1.56 por ciento.
De manera anual, el IGAE registró una desaceleración respecto al mes anterior al subir 13.4 por ciento en el mes de referencia, luego de que mayo aumentará 25.16 por ciento.
En su interior, se observó que dos de los tres sectores de la economía mexicana presentaron incrementos.
Por grandes grupos de actividades, las secundarias y las terciarias aumentaron 13.6 por ciento, en lo individual, y las actividades primarias crecieron 8 por ciento con relación a igual mes de 2020.
“Las cifras tienen mucho que ver con el incremento en los contagios por Covid-19 en México, Estados Unidos y en Europa y como resultado el riesgo empezó aumentar en algunas variables que empezaron a desacelerarse”, dijo Carlos Hernández, analista senior de Masari Casa de Bolsa.
El analista aseveró que “el canal de expansión y de recuperación se debe de mantener, no vemos un cambio de tendencia general, pero sí una desaceleración en la tasa de crecimiento que veníamos observando, probablemente los pronósticos de crecimiento también se ajusten a la baja”.
“Empezamos a ver cómo la tercera ola de Covid-19 empezaba a crecer en junio y aun así no se implementaron medidas de restricciones; pero los agentes económicos empiezan a tomar decisiones unilaterales para reducir su contacto”, indicó por su parte Joan Domene, economista sénior para México de la consultoría Oxford Economics.
Agregó que para la segunda mitad del año la economía crecerá a un ritmo más moderado.
Analistas de Ve por Más advirtieron que aunque las autoridades no endurezcan las medidas para contener la tercera ola del virus, el miedo al contagio podría alterar los patrones de movilidad y gasto de los hogares; además, al nublar el panorama, la inversión y el empleo podrían interrumpirse más, ante la falta de apoyos a aquellos sectores más afectados, como el de servicios.
Pamela Díaz Loubet, economista para México en BNP Paribas, prevé que para la segunda mitad del año, “veremos una moderación en la crecimiento económico asociada al choque de demanda y a los disrupciones en las cadenas productivas que generarían cierto estancamiento o pérdida de dinamismo en el incremento del sector industrial, pero sobre todo en el sector manufacturero”.
Con el dato de junio, la economía acumula un crecimiento de 7.3 por ciento en el primer semestre, mientras que en el mismo lapso de 2020 cayó 9.9 por ciento.
Fuerte tropiezo en el agro
El fuerte tropiezo en el sector primario ocurrió luego de un avance de 7.9 por ciento en mayo. Fue su caída mensual más fuerte desde agosto del año pasado y para un mes de junio fue la más severa desde 2015.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco BASE, atribuyó el retroceso mensual a un freno generalizado de la actividad económica causado probablemente por los estragos de la tercera ola de la pandemia de Covid-19. “El que haya caído 4.4 por ciento en junio significa que la actividad económica como que está frenando su recuperación”, señaló.
Con información de César Cantú.