La economía mexicana registró en agosto su mayor caída en 15 meses, por la tercera ola de Covid que se registró en esos meses y por los cambios en subcontratación, afectando el sector servicios.
El Indicador Global de la Actividad Económica de México (IGAE) se contrajo 1.6 por ciento contra el mes anterior, luego de tener una alza de 0.1 por ciento en julio.
”Esto sí que es una mala noticia. Disminuye la actividad económica en agosto 1.6 por ciento, resultado principalmente de un retroceso de 2.5 por ciento en las actividades terciarias (comercio y servicios)”, publicó el subgobernador del Banxico, Jonathan Heath, en su cuenta de Twitter
Ayer también se dio a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi, la cual revela que en septiembre hubo una contracción de la población ocupada, que se redujo en 544 mil personas. Expertos ven más inversión de la IP hacia adelante, lo que será un impulsor para el empleo.
El número de ocupados en México reportó una caída en septiembre, por segundo mes consecutivo, ante la aceleración en los casos de COVID-19 que afectó a empresas del sector servicios y a la actividad informal. De acuerdo con la ENOE, el número de trabajadores disminuyó en 544 mil 350 en el noveno mes, a 55 millones 117 mil, desde los 55 millones 661 mil de agosto.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, señaló que la situación del mercado laboral empeoró en los meses recientes, y los resultados negativos del mes muestran el impacto de la tercera ola de casos de COVID-19 en la economía.
”Ante el aumento de contagios de las nuevas variantes de coronavirus, las autoridades se vieron en la necesidad de reforzarlas medidas de distanciamiento social y las restricciones en establecimientos comerciales”, dijo.
Ernesto O’Farril, presidente de Grupo Bursamétrica, apuntó que ”los resultados de la encuesta se están dando en un cambio en la ley laboral que está restringiendo el esquema del outsourcing, tenemos mucha gente que estaba en esta situación y ahora se está pasando a nómina. Además, la informalidad sigue siendo más fuerte que la formalidad”. El experto añadió que hacia delante “vemos que se está dando cierta inversión en el sector privado orientada a la producción de productos para exportación y esto puede ser uno delos impulsores para el empleo”.
La mayoría de los puestos de trabajo que se perdieron fueron informales, con 405 mil, mientras que los empleos formales sumaron 139 mil.
Por sector económico, el terciario fue el de mayor pérdidas con 731 mil 764 personas ocupadas durante septiembre. Los trabajadores en los restaurantes y servicios de alojamiento bajaron en 382 mil 810, seguidos del comercio con 358 mil, servicios diversos con 105 mil y servicios profesionales 71 mil.Por el contrario, la industria creó 223.4 mil empleos, con la mayoría de ellos siendo en las manufacturas con 178 mil 90 ocupados.
Analistas de Ve por Más indicaron que el desempeño negativo de la economía obedeció, entre otros elementos, a la última ola de contagios, que afectó principalmente a algunos componentes del sector servicios.
Estimaron que las próximas lecturas reflejarán la disminución en los contagios, aunque las disrupciones en las cadenas de suministro persistirán y la recuperación en la inversión y el empleo seguirá limitada por otro tipo de factores.
”La actividad se vio doblemente afectada en agosto. Primero, por el pico de las infecciones alcanzadas en la cuarta semana del mes. Segundo, por el agravamiento de la escasez de semiconductores para la industria automotriz y electrónica”, publicó Alfredo Coutiño, director para América Latina de la consultoría Moody ‘s Analytics, en su cuenta de Twitter. Agregó que “la caída de la actividad en agosto puede ser tomada como argumento para detener o retrasar la normalización monetaria”.