De enero al primero de noviembre de 2021 han salido de México 266 mil millones de pesos de inversiones extranjeras, impulsados por una política monetaria conservadora; alta inflación y por iniciativas de reformas como la energética que genera incertidumbre en el país.
Al presentar las perspectivas económicas sobre el mercado mexicano, Luis Gonzalí, codirector de inversiones de Franklin Templeton, reveló “hay riesgos internos, hay ruido político que hace que el extranjero no vea tan positivo al país y es por eso que ‘patear’ la Reforma Energética (para 2022), aunque es bueno, genera incertidumbre y eso al inversionista no le gusta”.
Gonzalí indicó que en los últimos dos años, México es el país en el mundo que más flujos de inversión extranjera ha perdido.
“Teníamos la idea que si Banxico (Banco de México) subía las tasas se podría detener un poco la salida de extranjeros, pero eso no ha pasado. Probablemente lo que podría detenerlos es un Banxico más agresivo, un poco apelar a la ambición del extranjero con más tasas que pueda balancear los riesgos internos del país”, agregó.
Aclaró que si Banxico se vuelve más atractivo con una política monetaria más agresiva y eleva la tasa de Interés Interbancaria de Equilibrio (TIIE), probablemente eso haga que los extranjeros lo consideren suficiente para exponerse a los riesgos políticos de México.
En contraste lo que sí podría ocasionar una salida abrupta de capitales extranjeros en su escenario más negativo es que se apruebe la Reforma Eléctrica, aunado a una espiral inflacionaria por arriba del 6.5 por ciento; que el crecimiento económico del país sea menor al 5.5 por ciento; y al menos dos calificadoras bajen el grado de inversión del país.
Sobre las expectativas al cierre del año para México, el analista prevé que el Banco Central suba entre 25 y 50 puntos su tasa de interés, lo cual dependerá del voto disidente que ha ejercido el subgobernador Gerardo Esquivel.
En cuanto a la inflación dijo que podría cerrar en 6.2 por ciento y pese a los esfuerzos del Banxico persistirá hasta los primeros meses de 2022, cuando se empezaran a ver disminuciones.
Luis Gonzalí apuntó que a diferencia de Estados Unidos (cuya inflación se da por la compra de productos duraderos), en México la inflación es resultado del aumento de las mercancías alimenticias, como tomate, huevo, chile, que al ser la principal materia prima de los productos ya procesados como los enlatados no pueden evitar que las mercancías sigan subiendo.