La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó este martes en el Diario Oficial de la Federación (DOF) una resolución que restablece la posibilidad de cualquier particular, y no solo de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de solicitar y obtener la autorización para importar y exportar hidrocarburos y petrolíferos en un lugar distinto al autorizado (LDA).
El contenido de la Resolución entrará en vigor a partir del 24 de noviembre de 2021, pero sus beneficios son aplicables desde el 25 de octubre de 2021.
La firma legal Campa & Mendoza señaló que estas modificaciones son importantes, ya que la regla 2.4.1 de las Reglas Generales de Comercio Exterior (RGCE) dejará de establecer que las empresas productivas del Estado sean las únicas que pueden solicitar nuevas LDA o prórrogas a LDA existentes.
Esta regla ahora elimina la exclusividad de las LDAs a Pemex y CFE y en su lugar establece que las personas morales interesadas en obtener la LDA deberán cumplir con diversos requisitos, como acreditar que son los titulares de concesiones, permisos y autorizaciones o contratos otorgados por autoridades mexicanas, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Esta regla había sido modificada el pasado 11 de junio por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para que solo Pemex y CFE pudieran comercializar petróleo crudo, gas natural, petrolíferos y otros minerales.
Al respecto la American Chamber/México había expresado su preocupación, ya que consideraban que esta situación afectaría gravemente al sector energético, a los proyectos de infraestructura y a la competitividad e integración de América del Norte, ya que atentaban contra los principios del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Uno de los puntos que más les preocupaba a Amcham/México era la regla que ha vuelto a ser restablecida este martes, ya que consideraban que restringía significativamente las opciones del sector privado para importar petroquímicos e hidrocarburos a México, eliminando la opción marítima en terminales ubicadas fuera de los puertos, que es el transporte más competitivo después de los ductos.
“Esto tendrá un impacto significativo en los precios de los combustibles, productos alimentarios y farmacéuticos, entre otros, afectando principalmente el bolsillo del consumidor final”, subrayó la Cámara hace unos meses.