La iniciativa de reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador no fortalece a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), ya que lo que se está tratando de hacer es crear una especie de ‘Banco de México eléctrico’, manifestó este jueves Severo López Mestre, experto en política y regulación energética.
Durante su participación en el octavo foro del parlamento abierto organizado por la Cámara de Diputados, López Mestre argumentó que la reforma busca que la CFE se convierta en un organismo autónomo que no pueda ser revisado por la Secretaría de Energía, la Comisión Reguladora de Energía, que pueda establecer sus propias tarifas y que su presupuesto no pase por el análisis de la Secretaría de Hacienda.
“Todo esto suena a que estamos politizando a la CFE, y politizar es muy peligroso, es lo que menos le conviene a la empresa, prácticamente te invitan a un partido donde el que te invita a jugar le paga a unos miembros que juegan en tu equipo, que es dueño del estado, de la cancha y el árbitro”, dijo.
El especialista puso sobre la mesa que si el problema de CFE es de financiamiento, lo que debería dejar es que se capitalice a la empresa mediante la emisión de acciones.
“Que los dueños de la empresa, que somos todos los mexicanos, podamos tener una acción de la empresa, así CFE ya no va a tener que padecer modificaciones cada seis años, blindémosla de la política”, apuntó.
En contraste, Carlos Meza, catedrático en materia de amparo y derecho constitucional, consideró que es necesaria la reforma eléctrica, ya que la reforma de 2013 impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto no cumplió con ninguno de sus objetivos.
“La intención de esa reforma fue velar por los intereses de las transnacionales y los capitales extranjeros poderosos que manejan los hilos del poder”, denunció.
Y señaló que desde los tiempos de la presidencia de Carlos Salinas de Gortari, el objetivo de los gobiernos neoliberales consistió en desmantelar a Pemex y a CFE.
“Los objetivos no solo no se cumplieron, es necesario, vital e indispensable que hoy podamos dar un paso hacia adelante y podamos recuperar lo que nos despojaron”, dijo el catedrático.
Por otra parte, Ramsés Pech, analista energético, señaló que es indispensable encontrar un balance entre el sector público y privado.
“Para el año 2030 vamos a necesitar de una inversión en el sector energético de entre 2 y 2.2 billones de pesos, por lo que tenemos que preguntarnos de dónde va a salir esa cantidad de dinero, necesitamos una coordinación entre Gobierno y privados”, dijo.
Asimismo, destacó que los resultados de la reforma de 2013 apenas se encontraban en una fase de maduración, sin embargo, el Gobierno actual detuvo su desarrollo.
“La reforma de 2013 nos dejó el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Fondo Mexicano del Petróleo, entre los dos, recibimos 700 mil millones de pesos, este dinero podría ayudarnos para financiar la transición energética”, sugirió el especialista.
Para Romualdo Hernández, coordinador de proyectos de inversión y vinculación de CFE, la iniciativa presidencial no busca estatizar a la industria eléctrica, sino mantener una participación mixta, además, celebró que se esté escuchando a la población en el proceso legislativo de la reforma eléctrica, ya que en la administración de Peña Nieto no sucedió así.