La Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) recortó el pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2022 y señaló que el potencial de crecimiento ha caído en los últimos años, y para elevarlo es necesario reactivar la inversión e implementar una serie de reformas.
El organismo ajustó a 2.3 por ciento su expectativa de crecimiento para este año, desde el 3.3 por ciento previsto en diciembre, y para 2023 lo revisó a 2.6 por ciento, más que el 2.5 por ciento previo.
Destacó que en los últimos años el crecimiento potencial del país, que mide la velocidad a la que puede crecer el PIB de forma sostenible, bajó desde un 3 por ciento en 2015, a 2.0 por ciento en 2019 y a solo 1.5 por ciento para el presente año.
Mathias Cormann, secretario general de la OCDE, expuso que para materializar un mayor crecimiento, México debe sacar ventaja de su proximidad al mercado estadounidense, ya que dicha cercanía sigue sin aprovecharse y el PIB per cápita se ha estancado en las últimas dos décadas.
Destacó que la cercanía a la economía de EU brinda al país una ventaja competitiva fundamental para las exportaciones, y la actualización del T-MEC brinda oportunidades adicionales para dar nuevo ímpetu a la actividad económica, pero señaló que este potencial sigue sin concretarse y el crecimiento en las últimas décadas ha sido escaso.
“Para aprovechar las oportunidades se necesita una agenda integral de reformas para reiniciar la inversión e impulsar la productividad”, advirtió, durante la presentación del Estudio Económico sobre México de la OCDE de 2022.
“Revivir la inversión es un reto para México, ya que ésta ha permanecido prácticamente plana desde 2015 y bastante baja desde 2019″, abundó. “Hay que dar a los inversionistas nacionales y extranjeros certidumbre sobre contratos existentes y estabilidad regulatoria, lo que ayudaría a reiniciar e impulsar la inversión”, subrayó.
El estudio señala que fortalecer la inversión y elevar la productividad son prioridades para acelerar el crecimiento de México y que la incertidumbre en torno a la formulación de políticas nacionales, como la propuesta de reforma eléctrica, han debilitado al indicador.
Cormann dijo que el estudio contiene varias propuestas para incrementar los ingresos tributarios en 3.5 por ciento del PIB, como eliminar las exenciones ineficientes y regresivas.
El análisis considera que la eliminación de la exención del IVA para alimentos y las medicinas podría generar importantes ingresos, pero, incluso si va acompañada de transferencias hacia los hogares de menores ingresos, conlleva importantes retos de economía política.
“Antes de aplicar el IVA a los alimentos, es necesario mejorar las herramientas disponibles para una buena focalización de los programas sociales con el fin de garantizar que los hogares con menores ingresos sean debidamente compensados”, apuntó el informe.
Obstáculos
La informalidad, escasa competencia, exclusión financiera y corrupción son algunos de los factores que obstaculizan el crecimiento de la productividad, señaló la OCDE en su informe sobre México.
El organismo recomienda un ambicioso paquete de reformas estructurales para impulsar la inclusión financiera; incrementar el control sobre la corrupción; reducir los obstáculos al comercio y la inversión y elevar la participación femenina en el mercado laboral.
Estimó que con la implementación de reformas en los rubros mencionados, al cabo de 10 años el PIB per cápita aumentaría un 25 por ciento adicional.
Precisó aplicar una estrategia integral para reducir la informalidad que alcanza al 55 por ciento de la tasa de ocupación y hay espacio para que municipios y estados mejoren la regulación para las empresas que en general tienden a ser costosas.