La calificadora Moody´s estimó que la economía mexicana crecerá 1.1 por ciento este 2022.
Esto representa una revisión a la baja respecto al 1.5 por ciento que auguraba en semanas anteriores la firma.
Esta reducción obedece al impacto que podría tener el conflicto bélico que se vive entre Rusia y Ucrania a nivel global, pues México no es la excepción.
Para el siguiente año, la calificadora prevé que el PIB de México crezca 2.1 por ciento. Añadió que parte de las debilidades que presenta el soberano están ligadas a un marco político más débil, a una demanda interna lenta, débiles perspectivas de inversión y productividad limitada, las cuales “están lastrando las perspectivas de crecimiento a medio plazo”.
Comentó que las finanzas del gobierno están expuestas tanto al riesgo de resultados menores de crecimiento y a la posibilidad de que el apoyo financiero a Pemex sea mayor a lo esperado.
“En el enfoque actual del gobierno es poco probable que se aborde con éxito los desafíos estratégicos de Pemex y los que enfrenta el sector energético en general”, señaló Moody’s.
A esto se le suma la poca confianza que tienen los inversionistas en el país, lo cual afecta al crecimiento y presiona a la baja de la calificación si llega a ser menor al 2 por ciento.
“Las indicaciones de que el crecimiento a mediano plazo probablemente se estancará en un nivel por debajo del 2 por ciento ejercería una presión a la baja sobre la calificación”, detalló.
Con estos pronósticos, no sería sino hasta finales del 2023 y principios del 2024 cuando la economía local retornará a los niveles previos a la pandemia por coronavirus.