Las presiones inflacionarias vistas a raíz de las disrupciones en las cadenas de suministro por el impacto del COVID se podrían agudizar por la guerra que mantiene Rusia con Ucrania, así lo aseveró Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
Quien también fuera gobernador de Banxico entre el 2010 y 2017 indicó que algunos de estos efectos en los precios serán persistentes.
“Un mensaje clave es que podemos estar en la cúspide de una nueva era inflacionaria. Las fuerzas detrás de la alta inflación podrían persistir durante algún tiempo”, advirtió.
Comentó que estas presiones también tendrán injerencia en el mercado laboral de varias economías, ya que los trabajadores buscan compensar las reducciones en el ingreso real inducidas por la inflación.
Teniendo en cuenta esta situación, Carstens aseveró que los bancos centrales continuarán con la calibración de la política monetaria, tal como lo han hecho Banxico y más recientemente la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El Banxico ha subido en siete ocasiones al hilo la tasa de interés de referencia, de los cuales los tres últimos fueron de 50 puntos base, con lo que el referencial se ubica actualmente en 6.5 por ciento.
Por su parte, la Fed elevó por primera vez la tasa desde el 2018, y la cual se ubica actualmente en el rango de 0.25 a 0.50 por ciento pero con miras a seguir incrementando el referencial en lo que resta de este año y el siguiente.