La deuda externa neta del país prácticamente se estabilizó en el último año, sin embargo, en lo que va de esta administración se elevó en 17 mil 939 millones de dólares y se ubicó al cierre del primer trimestre del año en 113 mil 637 millones de dólares, de acuerdo a los indicadores de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Jorge Gordillo, director de análisis de CI Banco, expresó que a la presente administración le ha costado mucho trabajo mantener el atractivo de la deuda interna por lo que se ha visto obligada a elevar los pasivos externos.
“La compra de bonos mexicanos en el mercado local por parte de extranjeros ha disminuido considerablemente en lo que va del sexenio, entonces el Gobierno se ha visto en la necesidad de cubrir sus requerimientos de deuda con pasivos directamente externos, lo que ha aumentado el porcentaje de deuda externa con respecto al total en este sexenio”, detalló.
El problema es que la deuda depende mucho de la estabilidad en las finanzas públicas y los riesgos son fuertes para el futuro, debido a que hay una percepción de que la economía estará más enfriada, con posibilidad de recesión en el exterior, recalcó.
“La deuda externa todavía no está en niveles críticos o preocupantes, pero sí hay que tenerle cuidado, ya que la considero más riesgosa, y los peligros son fuertes en los próximos años por los aumentos en la tasa de interés que le van a pegar al costo de la deuda y que podrían presionar al tipo de cambio”, advirtió el especialista.
Los datos de Hacienda muestran que en el último año la deuda externa neta se mantuvo estable, al subir solo mil 591 millones de dólares al cierre del tercer mes del año respecto a doce meses antes.