La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) manifestó que los gobiernos estatales y municipales no pueden “lavarse las manos” ante la crisis de falta de agua que se presenta en diversos puntos del país, pues es su responsabilidad el desarrollo de los programas de operación hidráulica.
En su Señal Coparmex, el organismo patronal aseveró que la falta de agua no solo tiene que ver con la escasez de lluvias sino con la ausencia de planeación, de medidas para reducir el hacinamiento, de reparación de fugas y de un manejo adecuado de aguas residuales que pueden ser tratadas, además de la sobreexplotación de los acuíferos.
En este sentido, refirió que la política ambiental del presente gobierno no cumple con los compromisos internacionales asumidos en el Acuerdo de París o con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en los que urgió atender el principio seis referente a agua limpia y saneamiento para lograr el acceso universal y equitativo al agua potable hacia 2030.
“Nuestro llamado a los gobiernos estatales y municipales para que asuman su responsabilidad de formular, actualizar y controlar el desarrollo de los programas de operación hidráulica y hacer la planeación para la distribución del líquido en sus comunidades; no pueden ‘lavarse las manos’”, anotó la Coparmex.
Responsabilidad compartida
Subrayó también que la responsabilidad de asegurar el abasto, distribución y tratamiento de agua es de los tres niveles de gobierno, y “en nada abonan las declaraciones de autoridades que buscan evadir su tramo de competencia; es una responsabilidad compartida”.
Por lo anterior resaltó que es necesario que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) acelere las gestiones, publique y difunda el Acuerdo de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2022 y se tomen todas las medidas necesarias para mitigar la grave crisis que enfrenta el país.
También al Congreso de la Unión y a la Secretaría de Hacienda para que se dote de los recursos necesarios en 2022 y 2023 a las entidades federativas para el desarrollo de infraestructura necesaria para que funcione la red nacional de agua; y a las familias y empresas para dejar el consumo del agua lineal y apostar por un modelo circular.