Perú actualmente se enfrenta lo que es probablemente su peor inflación en los últimos 30 años. Hablamos de que entre mayo de 2021 y mayo de 2022 los precios al consumidor subieron 8.1 por ciento, mucho más del 2 por ciento que se tenía como objetivo. A pesar de esto, el país preserva una estabilidad económica importante, que tiene que ver con sus políticas monetarias de flotación sucia.
¿De qué se trata la flotación sucia? Perú tiene una política atípica frente a la moneda de referencia, que es el dólar. Esto ha permitido, de acuerdo con BBC, que el mercado peruano sea uno de los menos volátiles de Latinoamérica, lo anterior teniendo en cuenta que hay otros países en el continente que sufren turbulencias debido al incremento del dólar frente a sus divisas.
El tipo de cambio con referencia en la moneda local y se maneja de distintas maneras en varios países, de acuerdo con sus políticas monetarias con las que hacen frente a una de las monedas con mayor influencia en el mundo.
Primero está el tipo de cambio fijo, en el que los bancos centrales intervienen para mantener estable el dólar a través de la compra-venta. Lo anterior hace que el banco central se enfrente a diversos retos con respecto a los mercados y el propio crecimiento del dólar.
Por otra parte se encuentra el modelo flotante, mismo que hace que el tipo de cambio tenga movimientos libres, ya que el banco central no interfiere directamente con el mercado cambiario. Es el que se implementa de manera popular en países de Europa y América, y puede dar lugar a grandes movimientos en cuanto al tipo de cambio debido a situaciones externas o de coyuntura.
El modelo de Perú es distinto, en este también hay flotación, solo que es limitada por el mismo banco central, quien le ‘tira paro’ a la moneda peruana para evitar que el dólar se vaya al cielo.
¿Cómo funciona la flotación sucia en Perú?
De acuerdo con Waldo Mendoza, del departamento de economía de la Pontificia Universidad Católica de Perú (PUCP), “el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) rema en contra de la corriente en el mercado cambiario. Tiende a comprar dólares cuando el tipo de cambio baja, y tiende a vender cuando el tipo de cambio sube”.
Este tipo de cambio es distinto al modelo fijo en el aspecto de que si hay flotación en el tipo de cambio. Por otra parte es distinto al modelo flotante en el sentido de que el mismo banco central se encarga de ‘meter mano’ en la compra-venta de dólares para mantener estable la moneda de Perú.
El el libro Regímenes Cambiarios y Desempeño Macroeconómico escrito por Marco Vega y Erick Lahura, ambos del equipo de investigación económica del BCRP, Perú fue el primer país económicamente grande de Latinoamérica que implementó la flotación sucia, esto en la década de 1990.
“La adopción del régimen de tipo de cambio flotante fue parte de un plan integral de estabilización macroeconómica que buscaba reducir la hiperinflación y salir de la profunda recesión en la que se encontraba la economía a inicios de la década de los años 1990″, señala el libro.
Países como México, Brasil, Colombia y Chile también implementaron este tipo de cambio, aunque con el tiempo lo abandonaron.
“En otros países se podía saber con mayor claridad el momento y magnitud de la intervención del banco central, lo que posibilita que se manipule el sistema. El BCRP tiene más discrecionalidad, lo que le permite ser más efectivo en reducir volatilidad”, dijo a BBC Diego Macera, experto del Instituto Peruano de Economía y miembro del BCRP.
“No hay un banco central que intervenga más en el mercado cambiario que el peruano” complementó Waldo Mendoza a BBC.
¿Qué hará Perú frente a la inflación?
El Gobierno necesita entregar dinero en efectivo, ayudar a las cocinas comunales e impulsar los programas sociales al mismo tiempo que considera reformas a largo plazo, señaló José Távara, miembro del BCRP.
“El principal problema es el hambre de la gente, la inflación golpea a los hogares más pobres, porque destinan una mayor proporción de sus ingresos a comprar alimentos, aseveró Távara. “En las ciudades, la gente más pobre está sufriendo, se requiere intervención masiva de parte de este Gobierno”.
Perú se ha comprometido a gastar 3 mil 200 millones de soles (845 millones de dólares) en medidas para contener la inflación y suavizar su impacto en los más necesitados. Esos planes incluyen una exención de impuestos en las compras de diésel, subsidios para fertilizantes y ayudas para comedores comunitarios. En conjunto, los gastos ascienden a cuatro veces el presupuesto del programa social normal para un año, según el Ministro de Economía, Óscar Graham.
Con información de Bloomberg y BBC.