La Manifestación de Impacto Ambiental de la Refinería Olmeca ubicada en Dos Bocas, Tabasco, reveló que las diferentes etapas para su construcción implicaron 93 impactos ambientales negativos.
La etapa con mayor afectación fue la de preparación del sitio, al registrar 23 impactos negativos catalogados como irrelevantes, 35 con riesgo moderado y dos clasificados como severos.
Las actividades que causaron los efectos más importantes fueron el desmonte, despalme y las actividades de mejoramiento de suelo afectando directamente diversos factores ambientales como el agua, aire, suelo, geomorfología, vegetación y fauna.
El documento especificó que estas contingencias serían de corta duración, y que, en la mayoría de los casos, los efectos adversos cesarán una vez que esta etapa quede concluida.
Por otro lado, la etapa de construcción presentó afectaciones en los factores ambientales del aire y suelo resultado de las actividades de conformación de plataformas, construcción de plantas de proceso y de servicios e infraestructura asociada, instalación de conexiones y tuberías, así como instalaciones de servicios diversos.
En total, se identificaron cuatro impactos negativos irrelevantes y 17 moderados.
Una vez iniciada la etapa de operación y mantenimiento, la Manifestación de Impacto Ambiental detectó que habrá, al menos, dos impactos negativos irrelevantes, nueve moderados y uno catalogado como severo.
Estos impactos están relacionados con las actividades de operación de las instalaciones, mantenimiento y generación de residuos.
“Tal situación demandará el planteamiento de medidas de mitigación y supervisión que asegure el cumplimiento de las normas vigentes aplicables en la materia”, se puede leer en el texto.
Rocío Nahle, secretaria de Energía, señaló en una entrevista para Canal 11 que la refinería tiene un anillo de manglares que siguen ahí y que han logrado mitigar riesgos.
“Ese entorno se cuida, porque el manglar ahí estaba, entonces se cuida el entorno, es parte de que la imagen del entorno de las instalaciones se integrase al paisaje, por eso se cuidó tanto el diseño, nos arroja que teníamos que mitigar 15 hectáreas y hemos mitigado 200 hectáreas de manglares aquí cerca, ya hay manglares que están creciendo a 20-30 kilómetros”, dijo.
Respecto a las posibles inundaciones que podría haber en la refinería, dijo que no es así, ya que la plataforma está a cinco metros sobre el nivel del mar.
“Enfrente tenemos una terminal que se hizo en 1985, esa está a 3.5 metros sobre el nivel del mar y desde 1985 hasta la fecha no se inunda, y la refinería Dos Bocas está a cinco metros, tiene sistema de drenaje, pluvial, químico, aceitoso”, detalló.
La Manifestación del Impacto Ambiental (MIA) es el documento mediante el cual se da a conocer, con base en estudios, el impacto ambiental, significativo y potencial que generaría una obra o actividad, así como la forma de evitarlo o atenuarlo en caso de que sea negativo.