Los crecientes temores de recesión y las expectativas de una menor demanda de energéticos mantienen a la baja los precios del petróleo a niveles similares a los que reportaban antes del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, y acumulan en las últimas cinco semanas una caída de alrededor de 20 por ciento.
Ayer, el precio del WTI finalizó en 95.78 dólares el barril, con una caída intradía de 0.44 por ciento, pero en la jornada llegó a ubicarse en 90.56 dólares, nivel no visto desde antes de la ofensiva militar rusa. El Brent ganó 0.17 por ciento, a 99.74 dólares, tras alcanzar un mínimo en la jornada de 94.50 dólares el barril, y la mezcla mexicana bajó 0.55 por ciento, a 90.87 dólares.
Las ganancias desde el 24 de febrero pasado cuando comenzó la invasión de Rusia a la fecha, están por borrarse, pues el precio del WTI está 3.2 por ciento por arriba del nivel registrado en esa fecha; en el Brent la diferencia es de 0.67 por ciento y de apenas 0.39 por ciento en el caso de la mezcla mexicana.
El entorno actual es poco favorable para los precios del crudo, debido a las altas presiones inflacionarias que se traducen en expectativas de un mayor incremento de tasas, lo que conlleva a un escenario limitado de liquidez y crea especulaciones de una posible desaceleración económica, que además apunta a una menor demanda del hidrocarburo.
“Los precios más altos y un entorno económico en deterioro han comenzado a afectar la demanda de petróleo, pero la generación de energía y la recuperación en China están compensando esto parcialmente”, señaló la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su reporte correspondiente a julio.
Señaló que el deterioro en las perspectivas económicas y los temores de recesión pesan sobre la confianza del mercado, y persisten riesgos por el lado de la oferta.
“Los precios del petróleo continúan su tendencia a la baja a medida que avanzamos hacia el final de la semana, con los temores de una recesión cobrando cada vez más fuerza”, indicó Craig Erlam, analista de Oanda.
“El crudo está en caída libre, ya que los datos de demanda son más débiles y los factores de riesgo macro abruman por completo el mercado físico fundamentalmente ajustado”, dijo a Bloomberg, Rebecca Babin, de CIBC Private Wealth Management.
Carlos Hermosillo, analista independiente, detalló que, “normalmente un dólar fortalecido abre espacio para que el petróleo baje en términos nominales, puesto que en la moneda local de muchos productores efectivamente se aprecia y da paso para competir por precio o sostener rentabilidad con un menor precio internacional”.
“La baja que hemos visto tiene que ver con el movimiento de inventarios, perspectivas de una demanda más suave por desaceleración económica y por supuesto el efecto indirecto del fortalecimiento de la divisa estadunidense”, añadió.
Tras el conflicto bélico, los precios del energético se dispararon en pocos días; del 24 de febrero al 8 de marzo el WTI alcanzó un precio de 123.70 dólares, con una alza de 33.3 por ciento en el periodo.
Balance positivo en el año
A pesar de la caída de las últimas semanas, los precios del crudo reportan un balance positivo en el año, encabezados por el Brent con 28.23 por ciento, seguido de la mezcla mexicana con 27.47 y 27.35 por ciento para el WTI.
Jacobo Rodríguez, director de análisis económico en Black WallStreet Capital, explicó que, “en caso de que se concrete una recesión la demanda sobre los energéticos, incluido el petróleo, disminuiría, lo que mantendría a la baja su precio”.
Consideró que es poco probable que el petróleo borre por completo las ganancias registradas en el año, por la incertidumbre que genera el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, que se ha extendido más allá de lo que se esperaba y lleva a pensar que va a durar mucho más tiempo y va a seguir presionando los precios de los energéticos, así como de otros commodities.