Petróleos Mexicanos (Pemex) reportó en el segundo trimestre una utilidad neta trimestral de 131 mil 500 millones de pesos (6 mil 450 millones de dólares), la más alta desde al menos 2004, lo que ofrece cierto alivio a la empresa estatal que carga una enorme deuda.
Gracias a los precios récord del petróleo, Pemex ya no depende del Gobierno para pagar las amortizaciones de su deuda. Sin embargo, gran parte de las ganancias inesperadas obtenidas de las exportaciones de petróleo terminan en las arcas estatales y se utilizan para subsidiar los precios del combustible para los consumidores mexicanos, dejando poco espacio para la reinversión.
El presidente Andrés Manuel López Obrador prometió rescatar a la petrolera estatal y devolver gran parte de la industria energética de México a manos del Estado.
Por otro lado, el mandatario busca que el país sea autosuficiente en energía haciendo que Pemex aumente su procesamiento de crudo para vender combustible a nivel nacional y dejar de depender de las importaciones de gasolina.
Las ‘presiones’ sobre Pemex
Pemex está bajo una presión financiera significativa, al tiempo que enfrenta la deuda más alta entre cualquier otra compañía petrolera importante, caídas en su producción a largo plazo y altos costos. Las existencias de su crudo insignia, Maya, disminuyen a medida que maduran sus principales campos petroleros y la compañía abandona la exploración en aguas profundas a favor de aumentar la capacidad de procesamiento de combustible de la nación.
La producción de petróleo y condensado de Pemex aumentó durante el trimestre a mil 756 millones de barriles diarios frente a los mil 755 millones del trimestre anterior, señaló la compañía en un informe publicado este jueves.
La producción de petróleo crudo de Pemex ha disminuido cada año durante los últimos 17 años, según datos de la Comisión Nacional de Hidrocarburos y de la propia petrolera.
La compañía promociona la estabilización de la producción al incluir condensado, un petróleo liviano que se usa para mezclar con grados más pesados, en sus datos de producción. El volumen de condensado de Pemex el año pasado fue casi 10 veces mayor que el de 2018, según datos de la comisión.
A principios de junio, Pemex realizó un refinanciamiento de deuda comercial para pagar adeudos con proveedores locales y en el extranjero. Sin embargo, la nueva emisión de bonos se quedó corta, lo que resalta la falta de confianza del mercado en la perforadora mexicana.