El nuevo ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, se comprometió a dejar de imprimir dinero que ayuda a impulsar la inflación galopante, y describió su estrategia para revertir la crisis cada vez más profunda en la nación.
Massa presentó su hoja de ruta económica después de ser juramentado por el presidente Alberto Fernández como el tercer ministro de Economía en un mes. Las medidas de Massa también se centraron en impulsar las exportaciones; reducir el déficit fiscal de la Argentina, y aumentar las menguantes reservas del Banco Central.
Massa hereda el enorme desafío de controlar la inflación que ahora supera el 60 por ciento y se espera que alcance el 90 por ciento a finales de 2022. Aislado de los mercados internacionales de capital, el gobierno de Fernández ha dependido de la impresión de dinero para cubrir su déficit fiscal crónico.
“La magia no existe”, advirtió Massa sin rodeos a los periodistas en Buenos Aires. “Tenemos que enfrentar la inflación con determinación”.
Los bonos denominados en dólares de Argentina subieron este jueves, y los precios de los que vencen en 2030 subieron 0.3 centavos a alrededor de 24 centavos por dólar.
El gobierno financiará su presupuesto reduciendo su déficit a través de préstamos privados. El país está considerando cuatro ofertas de préstamo de tres bancos internacionales y un fondo soberano de riqueza, dijo, sin proporcionar una cifra del posible acuerdo.
Canje de deuda por bonos
Por otra parte, Massa está lanzando un canje voluntario de deuda local en pesos por bonos que vencen en los próximos 90 días. Dijo que ya hay un 60 por ciento de “adhesión” al canje, sin dar más detalles en la rueda de prensa.
El gobierno inició conversaciones con algunos bancos para ofrecer el llamado bono dual para canjear valores con vencimientos menores a 90 días, según personas con conocimiento directo del tema. El secretario de Hacienda, Eduardo Setti, ofreció el bono dual, un instrumento en el que los inversionistas reciben la tasa más alta de dos opciones al momento del vencimiento del activo. En este caso, ya sea una tasa vinculada a la inflación o una tasa vinculada al dólar.
Aunque con pocos detalles, Massa se comprometió a cumplir con el objetivo de déficit primario del gobierno este año, un pilar clave de su programa de 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional. Massa dijo que habló con el personal del FMI para discutir el futuro del programa.
El Banco Central de Argentina ya ha impreso el equivalente a 4 mil 800 millones de pesos en lo que va del año para financiar el gasto público, lo que significa que solo le quedaban mil millones antes de alcanzar el techo de financiamiento monetario establecido en el programa del FMI.