La refinería Olmeca, de Dos Bocas, el emblemático proyecto de energía de México y un complejo de refinación en la región sur del país que ha enfrentado miles de millones de dólares en sobrecostos, está generando preocupación entre los miembros del Consejo de Administración de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La semana pasada, el consejo de la petrolera estatal aprobó un mayor presupuesto para el proyecto, pero la votación estuvo lejos de ser unánime, según personas con conocimiento de las deliberaciones, que pidieron no ser identificadas debido a que la información no es de carácter público. Tres miembros votaron por rechazar el nuevo plan de gastos, señalaron. Y al menos un miembro que lo aprobó expresó su preocupación por la falta de rendición de cuentas en la gestión de costos. Junto con aumentar el presupuesto, la junta también eliminó la metodología utilizada para monitorear los costos del proyecto, eliminando lo que algunos consideraban un medio fundamental de supervisión.
Voceros de la Secretaría de Energía de México y de Pemex no respondieron a solicitudes de comentarios.
Al respecto, Fluvio Ruiz, exconsejero independiente de Pemex, señaló que es normal que en un órgano colegiado las votaciones sean divididas, ya que está intrínsecamente en la naturaleza de estas reuniones, sin embargo, hay otras cosas que le preocupan más sobre este tema.
“A mí en lo personal, sin dejar de preocuparme por el constante incremento del costo reconocido de la construcción de la nueva refinería, me preocupa más el aparente abandono de la metodología Front-End Loading (FEL) para planificar y evaluar el desarrollo del proyecto. Esto incrementaría en gran medida, los riesgos inherentes a un proyecto tan complejo como es la construcción de una refinería”, apuntó.
El directorio de Pemex está compuesto por cinco miembros independientes y cinco altos funcionarios gubernamentales, incluidos los secretarios de Energía y Hacienda del país. Los tres miembros que votaron en contra del presupuesto eran todos independientes, según personas familiarizadas con la situación.
Tanto la Secretaría de Energía de México, como Pemex, no respondieron a solicitudes de comentarios.
La refinería fue declarada abierta el 1 de julio a pesar de que aún no estaba lista para producir combustible. Se espera que las operaciones reales comiencen a mediados del próximo año. Los sobrecostos provocaron la renuncia de un importante auditor gubernamental en diciembre.
Sin límites
El inusual choque dentro del Consejo de Administración de Pemex pone de relieve la presión que está ejerciendo el proyecto Dos Bocas sobre las finanzas de la petrolera y el deterioro que está provocando en el capital político del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador. AMLO ha calificado la refinería de Dos Bocas como clave para su objetivo de poner fin a la dependencia de México del resto del mundo en materia de combustible, acercando al país un paso más a la independencia energética. Una vez terminada, será la séptima refinería del país, con lo que su capacidad de procesamiento de petróleo aumentará en 20 por ciento.
Pero el proyecto de Dos Bocas ha tenido un alto precio: los contratos de construcción hasta 2024 han aumentado a más de 14 mil millones de dólares y probablemente sumarán entre 16 mil y 18 mil millones de dólares para cuando el complejo esté terminado, más del doble del precio original. El costo total podría subir aún más en medio de los retrasos.
“Barril sin fondo”
Arturo Carranza, director de proyectos de energía en Akza Advisors, indicó que el contexto internacional influenciado por la guerra entre Rusia y Ucrania y los altos niveles inflacionarios no han ayudado a la construcción de Dos Bocas, por lo que existe el riesgo de que se convierta en un barril sin fondo.
“Esta decisión no fue la óptima, había otras opciones, como haber comprado más refinerías de EU, como fue el caso de Deer Park, o asociarse con privados para ampliar la capacidad del Sistema Nacional de Refinación del país”, dijo.
Por otra parte, Oscar Ocampo, coordinador de energía del IMCO, señaló que los sobrecostos de la refinería eran previsibles, ya que desde el 2018-2019, cuando se invitó a empresas desarrolladoras de refinación como a la estadounidense Bechtel, se estimaba que los costos para construirla rondaban las cifras que están saliendo a la luz.
“Incluso, es probable que 14 mil millones de dólares siga siendo una cifra conservadora, Dos Bocas sigue registrando pocos avances y opacidad, hasta ahora, todo lo que sabemos respecto a los sobrecostos de la refinería es mediante filtraciones o trascendidos”, subrayó.
Por su parte, Miriam Grunstein, de Brilliant Enegy, dijo que “nunca se hizo público un documento que justificara la viabilidad financiera”.