La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) suspendió con efectos generales el oficio SENER.100/195/2022 en el que se obligaba a los participantes privados en el mercado del gas natural a contar con contratos con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex.
Uno de los puntos clave para que la corte diera marcha atrás a esta disposición fue la postura que emitió la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) el pasado mes de julio en contra de este decreto.
El pleno de la COFECE advirtió que existían diversos riesgos en materia de competencia y libre concurrencia derivados de la estrategia de garantía de suministro para la optimización de capacidad en el Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (Sistrangas), establecida por la Secretaría de Energía (Sener) en el oficio.
“En este documento se establece que los usuarios o interesados en recibir el servicio de transporte de gas natural en los puntos de internación del Sistrangas, deben acreditar que reciben el suministro por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), la Comisión Federal de Electricidad (CFE), o sus empresas filiales y subsidiarias; y que la prestación del servicio esté asegurada mediante la contratación de capacidad de transporte en ductos con cualquiera de estas empresas del Estado”, detalló el oficio.
Entre los principales efectos adversos, la Cofece señaló que se podrían generar distorsiones para los competidores de la CFE en el mercado de producción de energía eléctrica, toda vez que los usuarios que utilicen gas natural para producir electricidad y requieran el servicio de transporte estarían obligados a adquirir este insumo a través de la CFE, que a su vez es su competidor.
“De esta forma, la CFE podría tener incentivos para incrementar los costos del gas natural a sus competidores”, subrayó la comisión.
También se impediría a los usuarios, tanto comercializadores como usuarios industriales, que llegaran a decidir no contratar con alguna de las Empresas Productivas del Estado, el acceso en igualdad de condiciones a la capacidad del Sistrangas, beneficiando artificialmente a Pemex y CFE.
Además, se desincentivaría la entrada de potenciales comercializadores de gas natural y anularía la capacidad de competir de los participantes actuales en este eslabón.