México tiene una capacidad limitada para almacenar gas natural, ya que el país únicamente cuenta con las terminales de almacenamiento y regasificación ubicadas en Altamira, Tamaulipas; Ensenada, Baja California y Manzanillo, Colima; que alcanzan para un promedio de 2.4 días, reveló un estudio elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
El IMCO calculó que la capacidad de almacenamiento de estas tres terminales es de 19 mil 975 millones de pies cúbicos (MMpc) de gas natural, lo que equivale a 2.4 días de consumo promedio diario observado en México, establecida en una cifra cercana a los 8 mil 265 MMpc.
Esta cifra es muy inferior en comparación con otros países como Austria, que cuenta con 318.3 días de almacenamiento, seguido de Francia (98.8 días), Italia (93.8), Alemania (89) o España (34.2), por mencionar algunos.
Para el think tank, la alta dependencia de las importaciones de gas natural de un único proveedor (Estados Unidos) hacen de México un país particularmente vulnerable a cambios abruptos en la oferta y demanda de este combustible atribuibles, por ejemplo, a fluctuaciones en las condiciones climáticas.
“Un ejemplo de ello fueron las heladas registradas en Texas en febrero de 2021 que ocasionaron una disrupción de las importaciones de gas natural provenientes de ese estado de la Unión Americana y, en consecuencia, apagones que afectaron a más de cuatro millones de usuarios en el norte del país, así como restricciones al consumo industrial de este insumo ordenadas por el Centro Nacional de Control de Gas Natural (Cenagas) mediante la emisión de una alerta crítica”, indicó la organización.
En México, únicamente se almacena gas natural de forma líquida en los tanques de las tres terminales antes mencionadas, a pesar de que existen otras tecnologías de almacenamiento de gas natural para hacer frente a contingencias de distinta naturaleza, como el almacenamiento subterráneo en forma gaseosa en yacimientos inviables para la extracción de hidrocarburos.
En 2018, la Secretaría de Energía realizó un diagnóstico en el que estimó que la capacidad de almacenamiento de las tres terminales de almacenamiento era insuficiente para hacer frente a diversos escenarios de interrupción del suministro de gas natural.