Los estadounidenses que trabajan desde casa han recuperado 60 millones de horas que solían dedicar a ir a la oficina todos los días. Ahora están usando ese tiempo para dormir más.
Ese es el hallazgo de un investigación del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, que analizó datos de la Encuesta estadounidense sobre el uso del tiempo para ver cómo los trabajadores estadounidenses lo aprovechan cuando no están atrapados en un vagón lleno de gente o en el tráfico.
Los principales hallazgos: los empleados dedicaron menos horas totales al trabajo y sustancialmente más al sueño y al ocio.
A pesar de que muchas empresas persuaden a su personal para que regrese a la oficina, alrededor del 15 por ciento de los empleados todavía trabaja completamente de forma remota y el 30 por ciento tiene un horario híbrido, según una investigación del profesor Nick Bloom de la Universidad de Stanford.
Si bien los empleados podrían estar empleando lo que era tiempo de traslado al trabajo, los investigadores encontraron que el tiempo total dedicado a trabajar disminuyó a medida que las personas lo sustituyeron por otras actividades a lo largo del día, como lavar la ropa o hacer ejercicio.
“Los hallazgos dan credibilidad a los diversos informes sobre las preferencias de los empleados por acuerdos laborales flexibles, dado que reducir los viajes diarios permite a las personas dedicar su tiempo a otras actividades, como el cuidado de los niños o el ocio”, escribieron los autores del informe.
“Este beneficio adicional de trabajar desde casa, para aquellos que lo deseen, será una consideración importante para el futuro de los planes de trabajo flexibles”, agregó.
Los empleados más jóvenes tenían más probabilidades de dedicar más tiempo al ocio, como ir a bares y restaurantes o hacer ejercicio, mientras que los trabajadores mayores se inclinaban más por realizar tareas domésticas como cocinar, limpiar y cuidar a los niños.
Todos los grupos durmieron más, aproximadamente una hora más al día. Ese hallazgo por sí solo es una buena noticia para el bienestar de los trabajadores estadounidenses, ya que la privación crónica del sueño contribuye a una letanía de graves problemas de salud.
Alexia Cambon, líder de investigación de la práctica de recursos humanos de la consultora Gartner, subrayó que el hecho de que los empleados trabajen menos horas no significa necesariamente que sean menos productivos.
“Si pasas de 9 a 5, o las horas que trabajes al día, en actividades que consumen mucha energía, en realidad no importa cuántas horas dure la jornada, no se puede tener un alto rendimiento y no se obtiene un alto compromiso de esa forma”, comentó.