La Reserva Federal de Estados Unidos subió su tasa de interés en 50 puntos base mientras Estados Unidos (como el resto del mundo) se enfrenta a la alta inflación que persiste.
Con ello, el rango del referencial se ubica en 4.25 a 4.50, por ciento, su mayor nivel desde finales de 2007. La decisión del comité fue unánime.
El incremento de 50 puntos base es menor a lo que venía haciendo desde junio el banco central estadounidense con cuatro alzas al hilo de 75 puntos base, con el objetivo de controlar la inflación y que parece mandar señales de enfriamiento.
Hasta noviembre, la inflación en Estados Unidos se ubicó en 7.1 por ciento anual, desde el 7.7 por ciento que se reportó en octubre. La inflación subyacente se situó en 6.0 por ciento anual, desde el 6.3 por ciento previo.
El consenso de analistas esperaba que el banco central estadounidense aplicara un ajuste al alza de 50 puntos base para su tasa referencial.
“El comité anticipa que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados para lograr una postura de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para devolver la inflación al 2 por ciento con el tiempo”, señaló la Fed en su declaración, repitiendo el lenguaje que ha usado en comunicaciones anteriores.
La Fed consideró que la guerra de Rusia en Ucrania está causando dificultades humanas y económicas, por lo que seguirá creando riesgos para la economía global y para la inflación, temas a los que el comité dará un seguimiento atento.
El presidente de la Fed, Jerome Powell, adelantó que mantendrán la lucha contra la inflación y que los incrementos moderados de los precios en octubre y noviembre fueron bien recibidos.
“Es posible que tengamos que aumentar más las tasas para llegar a donde queremos llegar”, dijo el presidente de la Fed.
“Entendemos las dificultades que está causando la alta inflación y estamos firmemente comprometidos a reducir la inflación a nuestra meta del 2 por ciento”, añadió Powell.
Tasa estará llegaría hasta 5.25% en 2023
Para todo el 2023, los integrantes de la Fed prevén que la tasa se ubique entre 5 y 5.25 por ciento, por lo que el Comité evaluará el impacto que tenga la política monetaria sobre la actividad económica y financiera.
“Las evaluaciones del Comité tendrán en cuenta una amplia gama de información, incluidas lecturas sobre salud pública, condiciones del mercado laboral, presiones inflacionarias y expectativas de inflación, y desarrollos financieros e internacionales”, señaló el banco central.
Los recortes a la tasa de interés llegarían en 2024 y se ubicaría entre 4 y 4.25 por ciento y en 2025 hay visiones más dispersas, pues cuatro integrantes estiman una tasa entre 2.25 y 2.50 por ciento y otros cuatro miembros ven una tasa entre 3 y 3.25 por ciento.
En el largo plazo se estima una tasa de 2.5 por ciento.
Mejora expectativa del PIB de 2022
El anuncio de la Fed vino acompañado de nuevas expectativas sobre otras variables macroeconómicas. Respecto al PIB se mejoró la expectativa de 0.2 por ciento a un crecimiento de 0.5 por ciento en el cuatro trimestre, con relación al mismo periodo de 2021.
Con ese crecimiento en el último trimestre, el PIB de Estados Unidos repuntaría 1.95 por ciento en todo el 2022, de acuerdo con Banco Base.
Sobre la inflación se estima que cierre en 5.6 por ciento este año y baje a 3.1 por ciento a finales de 2023. Hasta noviembre, la inflación se situó en 7.1 por ciento.
La tasa de desempleo cerraría el año en 3.7 por ciento, similar al dato de noviembre y menor a 3.8 por ciento de la proyección de septiembre.
Los ‘manotazos’ de la Fed
Los aumentos de precios al consumidor han comenzado una desaceleración más pronunciada desde su máximo de 40 años a principios de este año. Pero un creciente grupo de economistas espera que la acción agresiva de la Fed lleve a Estados Unidos a la recesión el próximo año.
Tales preocupaciones han generado críticas de los legisladores, con los senadores demócratas Elizabeth Warren, Bernie Sanders y Sheldon Whitehouse advirtiendo que los aumentos de tasas corren el riesgo de “desacelerar la economía a paso de tortuga”.
Los funcionarios dieron una señal más clara de que esperan que las tasas más altas afecten la economía. Recortaron sus pronósticos de crecimiento para 2023 y vieron una expansión del 0.5 por ciento, según las proyecciones medianas publicadas este miércoles. Elevaron su estimación para el PIB de 2022 ligeramente al 0.5 por ciento. Los banqueros centrales aumentaron su proyección para la tasa de desempleo el próximo año a 4,6 por ciento desde su nivel de 3.7 por ciento en noviembre.
La distribución de los pronósticos de tasas también se inclinó hacia arriba, con siete de los 19 funcionarios viendo tasas por encima del 5.25 por ciento el próximo año.
El movimiento de este miércoles culmina un año desafiante para el banco central de EU, que inicialmente tardó en comenzar a endurecer la política en respuesta a las crecientes presiones de los precios.
Desde que elevó las tasas desde casi cero en marzo, la Fed se ha movido agresivamente para ponerse al día, al tiempo que mantiene la esperanza de que puede lograr un aterrizaje suave que evite un aumento dramático en el desempleo.
Con información de Miguel Moscosa y Bloomberg