El rendimiento primario de los Cetes a plazo de 28 días alcanzó esta semana su mayor nivel desde 2001, impulsado por la decisión del Banco de México (Banxico) de aumentar en 50 puntos base su referencial de política monetaria la semana pasada.
De acuerdo con los resultados publicados por el banco central, la emisión a 28 días de los Cetes registró en la penúltima subasta del año un aumento semanal de 40 puntos base, para ubicarse en 10.20 por ciento anual, lo que representó su mayor nivel desde junio de 2001 cuando se colocaron en 10.39 por ciento.
Alberto Vargas, analista de Intercam, puntualizó que el instrumento se acomodó a un precio más acorde al mercado, luego de haberse visto ajustado a la baja la subasta previa tras los datos de inflación de EU.
En tanto, los Cetes a plazo equivalente de 6 meses (175 días) reportaron un avance de 10 puntos base, para quedar en 10.82 por ciento anual, con lo que se colocaron en un nuevo máximo desde octubre de 2001 cuando se asignaron al 12.29 por ciento.
En contraste, los títulos con vencimiento a 91 días, registraron una reducción semanal de 5 puntos base, para ubicarse en 10.50 por ciento anual.
Gabriela Siller, directora de análisis económico-financiero en Banco Base, destacó que “fue determinante que en el último comunicado (del banco central) dijeran que viene un incremento más para acabar con la especulación de sí ya se había terminado el ciclo alcista y así es cómo están respondiendo las tasas”.
El que en las últimas semanas los rendimientos primarios registraran resultados mixtos, muestran que el mercado ya está anticipando que el ciclo de alza de las tasas está a punto de concluir, señalaron especialistas.
Una nota de análisis de Citibanamex señaló que en el comunicado de la última reunión de política monetaria de Banxico “sugiere un aumento adicional en febrero, en el que consideramos que será la última”.
Luis Gonzali, codirector de inversiones en Franklin Templeton México, remarcó que el alza en las tasas por parte de los bancos centrales para controlar la inflación, impulsó a los réditos de corto plazo, pero será el control de los cambios en precios lo que marque su rumbo.
“Que la inflación se controle influirá para que este comportamiento al alza se detenga. Primero se van a estabilizar y probablemente veamos un fin del ciclo alcista por ahí de febrero o marzo del siguiente año para después ver al menos unos seis meses de tasas estables en el nivel terminal y luego a la baja, todo esto sujeto a que la inflación se controle”, precisó.
Al respecto, Gabriela Siller consideró que la especulación del mercado respecto al desacople de las decisiones de política monetaria de Banxico con la Reserva Federal de Estados Unidos, prevista para finales de 2023, podría traer disminuciones en las tasas. Consideró que el banco central mexicano cerrará el próximo año con la tasa en 11.25 por ciento.
Banorte indicó que el mercado ya está apuntando a un próximo aumento de 50 puntos base en la tasa objetivo de Banxico para su primera reunión de política monetaria a realizarse en febrero próximo, lo que sería el máximo movimiento de los Cetes.
Retrocesos a largo plazo
Donde se mantuvo la tendencia bajista fue en las tasas de largo plazo, esto ante el cambio en las expectativas de inflación de los analistas y pese a que en las últimas jornadas las tasas en el mercado secundario de bonos han mostrado señales de alza.
El rendimiento de los Cetes a 707 días registró una reducción de 12 puntos base, para quedar en 10.65 por ciento anual.
Sin embargo, la mayor reducción continúa registrándose en la tasa real de los Udibonos de 20 años, que en esta ocasión retrocedieron 48 puntos base, para quedar en 4.24 por ciento real anual, en tanto que el rendimiento de los Bonos a 3 años quedó en 9.69 por ciento anual tras una reducción de cuatro puntos base.
Un análisis de Intercam detalló que los Bonos se colocaron con una sobredemanda de 2.22 veces; mientras que de Udibonos tuvieron una sobredemanda de 2.52 veces.