La Secretaría de Hacienda planea renovar en febrero su pacto con las grandes empresas para combatir la inflación.
El plan apunta a contener el costo de los productos básicos mediante la eliminación de las barreras a la importación y la reducción de algunas exportaciones de alimentos, según personas familiarizadas con el tema.
El programa, que comenzó en mayo y se renovó por primera vez en octubre, tiene como objetivo alcanzar una reducción de 8 por ciento en el precio de 24 productos claves para febrero en comparación con su nivel máximo promedio.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido el programa como una forma de aliviar el fuerte impacto de los aumentos de precios en las comunidades pobres, con la inflación alcanzando su nivel más alto en más de dos décadas este año.
¿Habrá modificaciones en el nuevo PACIC?
Las empresas han mostrado interés en continuar con el acuerdo y el Gobierno de México planea extenderlo nuevamente más allá de su fecha de finalización actual, dijeron las personas, quienes pidieron no ser nombradas mientras se discuten los planes que no se han finalizado y que podrían cambiar.
La administración de López Obrador puede agregar algunas medidas nuevas y eliminar algunas existentes, dijo una de las personas, sin dar más detalles.
La inflación en la segunda economía más grande de América Latina se ubicó en 7.7 por ciento anual en la primera quincena de diciembre, ligeramente por debajo de las expectativas de especialistas.
Algunas de las principales empresas de México, incluidos los supermercados Walmart, Chedraui y Soriana, así como productores de alimentos como Gruma, Bachoco y Sigma, son actualmente parte del pacto.
El programa ha buscado reducir los costos para las empresas al detener ciertos aranceles y barreras a la importación, al tiempo que reduce los requisitos de papeleo. A cambio, las empresas acordaron mantener los precios promedio de los productos clave por debajo de un límite acordado. Chedraui, Soriana y Walmart.
En un intento por impulsar la oferta interna, el Gobierno también detuvo las exportaciones de productos como maíz blanco, frijoles y sardinas, así como chatarra utilizada para latas de alimentos. Una medida para levantar temporalmente algunos requisitos sanitarios de alimentos recibió críticas de una de las principales cámaras empresariales, que dijo que podría poner en riesgo tanto a los consumidores como a las exportaciones agrícolas de México.
Los ‘benditos’ subsidios
La política poco ortodoxa del Gobierno obradorista se superpone con un enfoque monetario más clásico. El Banco de México elevó su tasa de interés clave 650 puntos básicos a un récord de 10.5 por ciento como parte de un ciclo alcista que comenzó en junio de 2021.
Se espera que los diversos programas de lucha contra la inflación de México cuesten alrededor de 28 mil millones de dólares este año, con la mayor parte del dinero gastado en subsidios a los combustibles, dijo en agosto el ministro de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.
El subsidio y otros esfuerzos antiinflacionarios redujeron la inflación en 2.6 puntos porcentuales, presumió el titular de Hacienda en ese momento. Los artículos cubiertos por el pacto no desaceleraron el crecimiento general de los precios entre mayo y septiembre, pero de octubre a noviembre restaron 0,4 puntos de la inflación general, escribió Andrés Pardo, macroestratega jefe para América Latina de XP Investments, en una nota este mes.
López Obrador ha argumentado que los acuerdos no pueden considerarse controles de precios porque las empresas son libres de decidir los precios por sí mismas.