El estado de ánimo positivo entre la población acerca de su situación económica y financiera personal mejoró en los dos últimos meses del año, al pasar de 27 a 34 por ciento entre octubre y noviembre, y a 37 por ciento en diciembre, según revela la serie de encuestas nacionales de El Financiero.
Diciembre fue el primero y el único mes de 2022 en el que el optimismo sobre las finanzas personales superó al pesimismo, toda vez que éste último registró 33 por ciento, 4 puntos por debajo del estado de ánimo optimista.
Según el sondeo, el alza en el optimismo en noviembre había sido principalmente entre las clases media y media alta, al subir 9 puntos entre ese segmento, de 34 a 43 por ciento, mientras que entre las clases baja y media baja el avance en ese mes fue de 5 puntos, de 22 a 27 por ciento.
No obstante, el aumento en el optimismo sobre las finanzas personales en diciembre fue mayor entre el segmento de clases baja y media baja, al subir nuevamente 5 puntos, de 27 a 32 por ciento, mientras que entre la clase media y media alta solamente varió un punto, al pasar de 43 a 44 por ciento.
Las encuestas a lo largo del año muestran que las clases media alta y media han expresado consistentemente un mayor optimismo respecto a las finanzas personales, el cual ha sido 16 puntos más alto, en promedio, que el de las clase baja y media baja.
Esa diferencia era más alta aún en la primera mitad del año, con 19 puntos, mientras que en la segunda mitad la diferencia promedio semestral bajó a 14 puntos. La brecha en el optimismo económico sobre las finanzas personales se redujo.
La encuesta también revela que, a pesar de la mejora en el estado de ánimo sobre las finanzas personales, en lo relativo a la economía nacional prevalece el pesimismo, con 48 por ciento, frente al optimismo, que sumó 31 por ciento en diciembre. Aún así, el pesimismo económico bajó 5 puntos en el mes, de 53 por ciento que había registrado en noviembre.
El estado de ánimo respecto a la situación y perspectivas laborales se redujo ligeramente en diciembre, al pasar de 41 a 38 por ciento, aunque el pesimismo también bajó, de 33 a 31 por ciento.
Lo que sigue en números rojos notablemente es el estado de ánimo respecto a la inflación, con 16 por ciento que se expresa optimistamente y 73 por ciento de manera pesimista.