Oxfam México propone aplicar un impuesto a las grandes fortunas en el país de hasta el 5 por ciento, al argumentar que durante la pandemia la riqueza de los millonarios se multiplicó, sin que pagaran impuestos adicionales, lo que profundizó la desigualdad.
En México, el 1 por ciento más rico de la población, apenas 1.2 millones de personas, concentra casi 47 de cada 100 pesos de riqueza en el país.
Para buscar una distribución más equitativa de la riqueza, la ONG recomienda aplicar una tasa de impuesto adicional de 2 por ciento para quienes posean más de 20 millones de pesos, del 3 por ciento para aquellas personas cuya fortuna se encuentre arriba de 100 millones de pesos, y del 5 por ciento para los milmillonarios, es decir, quienes tienen fortunas de más de 20 mil millones de pesos o mil millones de dólares.
“Este impuesto a las grandes fortunas permitiría recaudar hasta 270 mil millones de pesos anuales, lo que sería suficiente, por ejemplo, para incrementar el actual gasto en salud pública federal en casi 40 por ciento o para multiplicar en 17 veces el actual gasto federal en protección ambiental”, abunda.
Los llamados súper ricos mexicanos, con fortunas de más de mil millones de dólares, vieron crecer patrimonio en un tercio desde el inicio de la pandemia, lo que equivale a 645 mil millones de pesos adicionales, mientras que, de acuerdo con cifras de Coneval, 43.9 millones de personas viven en pobreza, con 8.5 millones de ellas en pobreza extrema, afirma un Oxfam México.
En su reporte: ¿Quién paga la cuenta? Los mitos detrás de los impuestos a las grandes fortunas, la organización recalca que las personas contribuyentes con ingresos arriba de 500 millones de pesos anuales apenas representaron el 0.03 por ciento de la recaudación total de impuestos federales. Además, las grandes empresas pagaban hasta 2021 unas tasas efectivas de ISR de entre el 1 y 8 por ciento del total de sus ingresos, muy por debajo del 30 por ciento que establece la ley.
Añade que en América Latina hay 91 milmillonarios, pero les superan los súper ricos mexicanos, arrastrados por el “efecto Slim”. Solamente Carlos Slim, el hombre más rico de México, concentra más riqueza que la mitad de la población mexicana —unos 65 millones de personas— y que los otros 14 milmillonarios mexicanos juntos.