La economía mexicana anotó un crecimiento de 3.0 por ciento en 2022, impulsada por la industria y los servicios, pero al cierre de año mandó señales de fatiga y los analistas anticipan que el bajo crecimiento del cuarto trimestre se extenderá durante 2023.
La actividad industrial acumuló el año pasado un avance de 3.2 por ciento, mientras que los servicios crecieron 2.7 por ciento y el sector agropecuario subió 2.8 por ciento, según los registros del Inegi.
Sin embargo, el ritmo de crecimiento se debilitó y en el cuarto trimestre fue de apenas 0.4 por ciento, con respecto al trimestre previo, en cifras ajustadas por estacionalidad. Este fue su menor dinamismo desde el tercer trimestre de 2021. En los servicios el avance trimestral fue de 0.2 por ciento, y de 0.4 por ciento en la industria.
“Estos datos confirman que el crecimiento económico se desaceleró en el cuarto trimestre debido a una serie de obstáculos, como la alta inflación y las condiciones financieras más estrictas”, dijo Andrés Abadia, economista en jefe de Pantheon Macroeconomics.
“La mala noticia es que existen señales de fatiga en el último cuarto del año, con contracciones mensuales en noviembre y diciembre, lo que anticipa un primer trimestre de 2023 complicado para la economía mexicana”, señalaron analistas de CI Banco.
Se extenderá desaceleración
Analistas de Citibanamex anticipan que la desaceleración que reportó la economía al cierre de 2022 se extenderá en el presente año. Prevén que el PIB reporte crecimientos modestos en el primer semestre, seguidos de disminuciones moderadas en la segunda mitad del año.
“Está confirmada la desaceleración económica de México y esto implica también una desaceleración para el 2023 que asumimos, bajo un escenario central un crecimiento de 1.7 por ciento”, dijo en conferencia la directora de análisis económico de Base, Gabriela Siller.
“Si bien es cierto que el dato de 2022 es muy bueno, en 2023 la expectativa es que el crecimiento sea del 1.0 por ciento. Lo único que podría generar que creciera más la economía mexicana es que hubiera más inversión y para eso necesitamos esa certidumbre jurídica”, dijo José Medina Mora, presidente de la Coparmex.
Héctor Tejada Shaar, presidente de la Concanaco Servytur, destacó que todavía se está en un periodo de recuperación tras el Covid y remarcó que hay desafíos en la creación de empresas, el combate a la informalidad y el alza del consumo privado.
Carlos Hurtado, director general del CEESP, coincidió en que la economía mexicana podría desacelerar a 1.0 por ciento, afectada de manera negativa por EU, aunque a la par los salarios reales han sido afectados por la inflación, la inversión va a la baja y en general “la economía sigue bastante lenta”.
Román Moreno, profesor de Economía de la UNAM, dijo que la desaceleración de la economía mexicana será reflejo directo del lento desempeño de EU que resultará en un panorama menos dinámico. “Se ensombrece el horizonte mexicano ante un menor flujo de remesas, exportaciones menos dinámicas y una desaceleración de inversiones. Esto tiene repercusiones directas en el volumen de empleo y consumo de los hogares”.
Advierten riesgos para 2023
Para Banco Base, la economía mexicana enfrenta en este año diversos riesgos y entre los principales mencionó la desaceleración económica esperada de EU, y la elevada inflación, principalmente en precios del sector servicios y la continuidad de riesgos al alza durante el año, lo que pone en riesgo el crecimiento del consumo.
Añadió que en este año impera la cautela sobre el ritmo que puede tomar la economía en los siguientes meses y está en debate la posibilidad de una posible recesión que, de concretarse se daría a finales del año, principalmente por un menor dinamismo en EU.