Si bien toda la Junta de Gobierno decidió subir la tasa de interés a 11 por ciento, hubo un voto disidente sobre el comunicado, revelaron este jueves las minutas de la reunión más reciente de política monetaria del Banco de México (Banxico).
¿Qué dijo el Banxico el pasado 9 de febrero? Tras subir el referencial en 50 puntos, la institución consideró que “en función de la evolución de los datos”, el próximo aumento podría ser de menor magnitud, es decir, de 25 puntos base, algo que no ocurre desde noviembre de 2021.
Espinosa no estuvo de acuerdo con esa declaración, al exponer que “referir un ajuste de menor magnitud implica un elevado riesgo costoso de corregir si los supuestos no se materializan”.
La subgobernadora citó varios argumentos en su postura: señaló que a pesar del ciclo alcista de la tasa de interés del Banxico, la presión inflacionaria no cedieron en diciembre como habían previsto y que aumentó de manera sorpresiva en enero.
“Debemos ser extremadamente cautelosos en nuestra guía prospectiva. Esta debe ser creíble y factible, sin arriesgar la reputación del Banco y minar la efectividad de la comunicación con el mercado”, explicó Espinosa.
Si bien aceptó que las presiones externas sobre la inflación empezaron a ceder, la subgobernadora dijo que la nueva dinámica inflacionaria tiene más presiones al interior.
¿Qué dijeron otros miembros de la Junta de Gobierno?
Un miembro subrayó que se han hecho más evidentes los riesgos al alza relacionados con la persistencia del componente subyacente de la inflación y los de presiones de costos. Expresó su preocupación con respecto a que el balance de riesgos para la inflación continúa sesgado al alza.
Otro miembro recalcó que la política monetaria debe implementarse de manera firme y contundente, a fin de evitar la prolongación del proceso inflacionario y sus dolorosos efectos en la economía, especialmente para los hogares de menores ingresos.
Con información de Cristian Téllez