Canadá solicitó consultas formales con México sobre las restricciones de la nación latinoamericana a las importaciones agrícolas genéticamente modificadas bajo su acuerdo de libre comercio, luego de una solicitud separada de los Estados Unidos centrada en el maíz transgénico a principios de esta semana.
Canadá solicitó las conversaciones el martes, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas sin permiso para hablar públicamente.
El Ministerio de Comercio canadiense no respondió de inmediato a las solicitudes de comentarios.
La medida se produjo un día después de que la administración Biden solicitara consultas sobre productos agrícolas biotecnológicos, incluido el maíz, bajo el capítulo del acuerdo entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) sobre medidas de seguridad alimentaria. Esos son un requisito previo para las conversaciones formales de resolución de disputas, como las que los países ya han tenido sobre automóviles y energía. Las conversaciones de disputa podrían solicitarse si las discusiones técnicas no tienen lugar o no conducen a una resolución.
El gobierno mexicano se ha movido para limitar las importaciones y el uso de maíz transgénico, diciendo que podría representar un peligro para la salud de los ciudadanos de la nación. Estados Unidos ha tomado la iniciativa de retroceder, diciendo que las preocupaciones de México no se basan en la ciencia.
Canadá no es un gran exportador de maíz y no ha enviado maíz a México desde agosto, según datos de la Comisión Canadiense de Granos, mientras que Estados Unidos cuenta con el país latinoamericano como su segundo mercado más grande para el maíz.
Cabe destacar que Canadá es el principal productor y exportador mundial de canola, un cultivo genéticamente modificado que se usa en los aceites para cocinar hasta para aderezar ensaladas, y México es uno de los principales compradores.
Pero la nación está preocupada en general por México imponiendo prohibiciones arbitrarias a la agricultura producida con biotecnología, según las personas familiarizadas con el asunto. Canadá es el principal productor y exportador mundial de canola, un cultivo genéticamente modificado que se utiliza en todo, desde freír hasta aderezar ensaladas, con México como uno de los principales compradores.
Canadá también está preocupado por la falta de respeto de México por el T-MEC, dijeron las personas. La idea es que si México ignora las reglas comerciales para los productores de maíz, podría hacer lo mismo para una industria como la minería, donde Canadá tiene mucho más en juego, o su tratamiento de la inversión y el comercio en general.
La presentación de Canadá de su propia solicitud de conversaciones simultáneas a las de Estados Unidos sigue el mismo libro de jugadas que en el tema de la energía, donde Canadá había presentado previamente una solicitud separada de Estados Unidos sobre la política nacionalista de México que afecta la producción de electricidad.
En respuesta a la solicitud de la oficina del Representante de Comercio de Estados Unidos el lunes, la Secretaría de Economía de México dijo que “demostraría con datos y evidencia que no ha habido un efecto en el comercio” y que ha actuado de acuerdo con el T-MEC. El ministerio también dijo que no ve la solicitud de Estados Unidos como “polémica”, sino más bien como un paso preliminar para encontrar “una solución de manera cooperativa”.
Al cierre de esta edición, ni la Secretaría de Economía, ni el gobierno de Canadá ofrecieron detalles al respecto.
Kenneth Smith Ramos, exjefe negociador del T-MEC, señaló que las consultas técnicas le brindan la oportunidad al gobierno de México de recapacitar y eliminar del decreto cualquier tipo de restricción al uso del maíz transgénico.
Explicó que el decreto es innecesario porque México ya cuenta con un marco jurídico robusto que regula los productos genéticamente modificados, como la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados y la Comisión Intersecretarial.
“Una vez que la secretaria Buenrostro vea el grado de control al que están sujetos los productos derivados de la biotecnología agrícola en México, debería quedarle claro a nuestro gobierno que no existe ningún riesgo de liberación al medio ambiente, y mucho menos algún riesgo a la salud humana”, dijo.
Cuidan intereses
Gustavo Uruchurtu, panelista del T-MEC y exnegociador del TLCAN, expresó que el motivo de que Canadá haya entrado en las consultas se debe a su preocupación de que México no cumpla con las disposiciones del acuerdo trilateral, así como mandar una señal de que no se esté violentando o se vaya en contra de intereses canadienses.”
Canadá se está sumando para apoyar y reafirmar que se respete lo acordado por los países en la firma del T-MEC”, señaló.
Por su parte, Pedro Canabal Hermida, socio en la firma Baker Tilly, indicó que existe el riesgo de que este tipo de malos entendimientos entre México y sus socios comerciales puedan llevar a otras acciones, como represalias hacia otros productos, o salgan de lo netamente comercial y se dirijan sanciones a los temas migratorios, políticos y diplomáticos.
“En las próximas cuatro o cinco semanas vamos a estar viendo si hubo o no una vocación de atender el tema por parte del gobierno mexicano, y si no hay esa voluntad de atender pues estaremos viendo que se brinca rápidamente a un tema de paneles”, opinó el experto.
En este sentido, explicó que el maíz es un producto perecedero, tiene su estacionalidad y conforme pasa el tiempo puede perder sus propiedades, por lo que los gobiernos deben moverse rápidamente para resolver esta diferencia.
Más efectos
Adrián González, experto en comercio internacional de la firma Global Alliance, advirtió que si México no cambia su postura pueden venir represalias en el sector agropecuario, especialmente en productos de alto valor de intercambio comercial, como berries, aguacate, mango, entre otros.
”México no debe propiciar el panel, pues existe una amplia presión por parte de los productores agropecuarios estadounidenses hacia sus legisladores, y están deseosos de ponerle restricciones a los productos mexicanos si esta disputa llega a una represalia”, dijo González.
Para el experto, México no tiene buena base para enfrentar un panel aunque el gobierno sea muy positivo, pues la realidad es que lo perderían. Cabe recordar que el pasado lunes la Secretaría de Economía respondió al gobierno estadounidense que demostrará en las consultas técnicas con datos y con evidencia que no ha habido afectación comercial y que, por el contrario, el decreto es consistente con el propio T-MEC.