Bloomberg. Casi el 8 por ciento del récord de 58 mil mdd que los mexicanos que viven principalmente en Estados Unidos enviaron a casa el año pasado, parece estar relacionado con actividades ilícitas, incluido el lavado de dinero, según un nuevo informe publicado por un centro de estudios de datos con sede México.
Las remesas a México han estado en auge en los últimos años debido a la nueva migración hacia su vecino del norte, pero al menos 4,400 millones de dólares de esas transferencias podrían estar vinculadas a actividades delictivas, según informó el lunes Signos Vitales, un centro de estudios que agrupa a investigadores que analizan datos públicos en México.
Las señales de alerta incluyen el aumento de las remesas de áreas que albergan una población de inmigrantes mexicanos relativamente pequeña y que algunas localidades mexicanas recibieron más transferencias de dólares por mes que el número de hogares, según el informe. Los investigadores también destacan las remesas que provienen de un origen desconocido.
“Se necesita explicar el aumento tan bárbaro que ha habido en los últimos años. Sí, es impresionante que hayan aumentado de 21 millones a casi 60 millones de dólares, en términos absolutos, pues la verdad es que es muchísimo dinero”, dijo Enrique Cárdenas, profesor de economía que dirige Signos Vitales. “Está muy raro, eso no sucede en el resto del país, puede ser que haya una explicación muy sensata, pero no está claro”.
Minnesota, que según datos recientes tenía una población de origen mexicano de solo unas 200.000 personas, fue el estado de Estados Unidos con la tercera mayor cifra de transferencias a México en 2022. En más de 200 municipios de México, la cantidad de transferencias fue mayor que el total de hogares que se estima que existen en el área, lo que sugiere que un 100 por ciento de ellos está recibiendo dinero del exterior, lo que es improbable, dice el informe.
Las remesas a México de trabajadores que viven en el extranjero casi se triplicaron a un récord de 58,500 millones de dólares el año pasado, en comparación con poco más de 22 mil mdd en una década antes. Los flujos de dinero ayudaron a la segunda economía más grande de América Latina durante la pandemia, lo que permitió a las familias mexicanas continuar cubriendo sus gastos a pesar de que la ayuda pública fue limitada y que la actividad se contrajo.