Ganaderos porcícolas de los estados de Sonora, Jalisco, Michoacán y Querétaro se manifestaron frente a la Secretaría de Economía para exigir la regulación a la entrada de carne de cerdo proveniente del exterior, la cual ha inundado el mercado nacional y dejado fuera a 200 pequeños y medianos productores.
El presidente de la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX), Heriberto Hernández Cárdenas, acusó este miércoles que la apertura al mercado exterior con cero aranceles está provocando el colapso del mercado interno, con precios pagados al productor muy por debajo del costo de producción.
“Nuestra preocupación es el desplome dramático del precio del cerdo. Al día de hoy el precio de venta es de 22 y 23 pesos el kilogramo de cerdo en pie, cuando nuestros costos de producción oscilan entre 34 y 38 pesos”, señaló el presidente de la OPORMEX, y agregó que esta situación está dejando pérdidas de entre 1,200 y 1,600 pesos por cerdo producido.
Durante la manifestación, indicó que la situación es preocupante, pues las perspectivas son que el precio pagado al productor todavía baje más, pero el precio al consumidor sigue incrementando.
“Teníamos programado hoy una reunión con Luis Abel Romero López, subsecretario de Industria y Comercio, pero a última hora nos canceló”, dijo Hernández Cárdenas.
Entra las peticiones que hacen a la Secretaría de Economía es abrir oportunidades a los pequeños productores para poder exportar la carne y así paliar la situación, así como también la implementación de normativas y generar una visión y análisis de la cadena productiva del cerdo.
Pollo, el animal más torturado para ser consumido: Vive solo 42 días y tiene una muerte lenta
El pollo es el animal que más se consume en México. Según datos del SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera), el consumo anual de esta carne per cápita es de 35.5 kg, por arriba del cerdo que registra 19.8 kg y de la vaca que es de 15.2 kg.
Tan solo en 2021, en México se mataron más de 2 mil 51 millones de animales para alimentar a la población -sin contar animales acuáticos-, de este total el 98 por ciento fueron pollos y el otro 2 por ciento corresponde a cerdos, vacas, guajolotes, cabras y borregos matados.
Si la cifra de pollos matados cada año ya es inquietante, saber que mueren cuando son aún unos bebés, a tan solo 42 días de su nacimiento, con un peso que solo se puede alcanzar a través de crecimiento acelerado por selección genética y luego de una corta vida llena de maltratos, coloca un foco rojo en la industria mexicana del pollo.