Aunque los precios internacionales de los insumos bajen y los precios de importación de carne de pollo sean menores, el precio al consumidor del pollo sigue creciendo debido a las comercializadoras, aseguró Ernesto Hermosillo Seyffert, presidente del Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE).
Durante la presentación del Compendio Estadístico 2023 de COMECARNE, Hermosillo Seyffert señaló que la subida de precios al consumidor que se está dando en la carne de pollo refleja el desequilibrio que hay en la cadena, pues a pesar de que los precios al productor son bajos, las comercializadoras no bajan el precio.
“Hay una fábula que dice ‘había un pobre productor y un rico comerciante’, esto lo pongo así porque el esfuerzo que se hace en la producción primaria no va ligada en la cadena de valor final, se debe revisar la cadena completa para encontrar el equilibrio”, dijo el presidente del Consejo.
Explicó que se debe revisar bien la cadena para que los consumidores tengan un producto de calidad, en tiempo y costo.
Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), explicó que los precios de los granos, materia prima principal para la producción de carne de pollo, han bajado en 48 por ciento en el caso del trigo y 26 por ciento en el maíz, y no se ve que ese impacto se vea reflejado en los precios.
“Vemos que, aunque ya bajó el precio del maíz, el precio de la tortilla no baja. Este solo es un ejemplo. La realidad es que en la última milla, en el último tramo, el productor no se está beneficiando ni el consumidor”, comentó.
Agregó que esto es una tendencia mundial, pues análisis de la ONU advierten que los autoservicios y supermercados se están quedando con esos márgenes, aunque ya pasó el tema de la guerra.
“El tema de precios de alimentos sigue estando en 12 por ciento en promedio, pero el pollo y el huevo sigue alto. La transmisión de los precios no es homogénea aunque han bajado los costos”, puntualizó.