La inflación en Estados Unidos ‘rebotó' en abril a 4.4 por ciento anual, desde 4.2 por ciento de marzo, de acuerdo con la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés).
El dato se aceleró más de lo esperado (el mercado pronosticó que se ubicaría en 4.3 por ciento) y rompió dos meses con descensos, según el Índice de Precios de Consumo Personal (PCE), que es el indicador de inflación al que la Reserva Federal da mayor seguimiento.
“Antes de la publicación creíamos que la Fed podría haberse tomado ‘el verano libre’, pero ahora parece que el trabajo de la Fed de reducir la inflación no ha terminado”, dijo George Mateyo, director de inversiones de Key Bank.
A tasa mensual, el PCE mostró un incremento de 0.4 por ciento, la mayor subida en tres meses y por encima de 0.3 por ciento esperado por analistas.
“Los precios de los bienes aumentaron 0.3 por ciento y los precios de los servicios, 0.4 por ciento. Los precios de los alimentos disminuyeron menos de 0.1 por ciento y los precios de la energía aumentaron 0.7 por ciento”, dijo la Oficina.
Sobre el PCE subyacente, el dato anual también se aceleró a 4.7 por ciento anual en abril, desde el 4.6 por ciento de marzo, nivel que era esperado por el mercado.
Respecto al mes previo, el PCE subyacente se incrementó 0.4 por ciento y también por encima de 0.3 por ciento previsto.
“Estos datos aumentan el riesgo de que la Fed vuelva a subir las tasas en junio, aunque nuestro caso base sigue siendo que las tasas se mantendrán sin cambios. Sin embargo, el dato de la nómina no agrícola de la próxima semana cambiaría esa expectativa”, indicó Ian Shepherdson, economista en jefe de Pantheon Macroeconomics.