La apreciación del peso mexicano frente al dólar tiene sus pros y contras, y una de las ventajas que se manifiesta en el bolsillo de los consumidores son menores presiones sobre la inflación, señalan especialistas en la materia.
En lo que va del año, el peso ha ganado terreno al billete verde y ha tocado mínimos de finales del 2015, de acuerdo con el Banco de México (Banxico).
“La apreciación del peso ha ayudado a frenar la inflación, pues el precio de las mercancías importadas no sube”, dijo la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller.
En este sentido, hasta la primera quincena de junio, la inflación se ubicó en 5.18 por ciento anual, su menor nivel desde la primera quincena de marzo de 2021.
El lado negativo del ‘Superpeso’
No obstante, Siller también señala que una mayor fortaleza del peso afecta a las familias que reciben remesas, pues quita poder adquisitivo al pasarlas de dólares a pesos.
“Los exportadores también se han visto afectados por la apreciación del peso. En balance, la apreciación tan rápida del peso afecta más de lo que beneficia a la economía”, destacó Siller.
Bajo este panorama, desde el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) señalaron que entre las ventajas de la apreciación cambiaria se favorecen las importaciones de insumos para la industria, hace conveniente adelantar pagos de deuda en dólares y alienta al turismo egresivo de mexicanos.
“Los principales factores que han propiciado esta tendencia: la depreciación del dólar americano frente a otras monedas en el mundo; exceso de liquidez mundial; el significativo diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos, favorecido por los movimientos del Banco de México; y los flujos de remesas, inversión extranjera y exportaciones”, de acuerdo con el IMEF.
Este martes, el peso mexicano cerró en las 17.07 unidades por dólar, según Banxico.