El derrame de hidrocarburos observado en la Sonda de Campeche se debió a que la red de ductos de los campos Ek Balam concluyó su periodo de vida útil de 30 años, por lo que, de forma preventiva, se efectuó el cambio por una nueva red, informó Petróleos Mexicanos (Pemex) en un comunicado.
La empresa aclaró que el volumen derramado calculado por los especialistas de Pemex fue de 58 m3, lo que equivale a uno 365 barriles de petróleo. Esto afectó un área estimada de 0.06 km² donde el espesor de la película de aceite se estima en un milímetro.
“El área de la mancha de aceite de 400 km2 publicada en algunos medios de comunicación, es una estimación de mala fe, que para que fuese cierto, tendrían que haberse derramado más de millón y medio de barriles de petróleo”, puntualizó Pemex.
Por lo tanto, el derrame de hidrocarburos observado en los campos Ek Balam, ubicados en la sonda de Campeche, no tuvo “nada que ver” con el incendio en la planta Nohoch-Alfa el pasado 5 de julio, indicó la petrolera.
La empresa detalló que los dos puntos de fuga en el ducto fueron pequeñas fisuras de 7 cm de longitud por 1 mm de ancho y un poro de 1.2 cm de diámetro, por lo que dado lo reducido de las grietas, el volumen de hidrocarburos que se fugó fue mínimo.
“Este derrame se reportó de manera inmediata ante la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Secretaría de Marina (SEMAR) y se procedió a su reparación, por lo que están controladas en su totalidad”, explicó Pemex.
Asimismo, la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza indicó que la mayor parte del volumen derramado se recuperó de manera inmediata y la iridiscencia se dispersó.
Este lunes, organizaciones de la sociedad civil detectaron un derrame de hidrocarburos en el Golfo de México, justo en la misma zona en la que el pasado viernes 7 de julio se registró el incendio de la plataforma de Petróleos Mexicanos (Pemex) Nohoch-Alfa, en la Sonda de Campeche.
De acuerdo con un análisis realizado por el geógrafo Guillermo Tamburini, tan solo cinco días después del accidente, el derrame de hidrocarburos ya tenía una extensión de aproximadamente 400 km cuadrados, lo que equivale a más del doble del área que ocupa la ciudad de Guadalajara.
Las organizaciones denunciaron que a pesar del impacto ambiental que ocasionó el incendio, la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza no ha dado aviso alguno sobre las causas y consecuencias de este.
Las organizaciones de la sociedad civil, entre las que se encuentran Greenpeace, Iniciativa Climática de México, Observatorio Mexicano de Emisiones de Metano y la Alianza Mexicana contra el Fracking, señalaron que la completa opacidad con la que se ha manejado este derrame resulta preocupante frente a la posibilidad de que sea una muestra de otros incidentes similares que pasan sin ser cuantificados y sin registro de atención.