Petróleos Mexicanos (Pemex) es la petrolera más endeudada del mundo. Sin embargo, durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha logrado ‘domar’ el crecimiento de la deuda, e incluso, se ha logrado reducir un poco.
“Pemex no se ha endeudado, al contrario, tiene menos deuda que cuando llegamos, eso se puede probar”, dijo el presidente en su ‘mañanera’ de este viernes.
Durante el último año de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, la deuda financiera de Pemex se ubicó en 1.95 billones de pesos, lo que representó un incremento de 160 por ciento durante su sexenio, según los reportes financieros de la petrolera.
Para 2019, primer año del Gobierno de AMLO, la deuda de Pemex subió 5.6 por ciento a tasa anual, al ubicarse en 2.06 billones de pesos.
2020 también fue un año ‘retador’ para las finanzas de la petrolera, ya que su deuda se disparó 19.4 por ciento a tasa anual, al ubicarse en 2.46 billones de pesos.
El ‘punto de quiebre’ en la deuda de Pemex
Sin embargo, a partir de 2021 la deuda de la empresa que dirige Octavio Romero Oropeza ha acumulado tres años con tendencia a la baja.
En 2021, la deuda logró reducirse en 4.5 por ciento respecto al año previo, al ubicarse en 2.35 billones de pesos.
Para 2022, el saldo de la deuda fue de 2.16 billones de pesos, lo que representó una disminución interanual de 8.1 por ciento.
En tanto, para el cierre del primer trimestre de 2023, la deuda de la petrolera logró ‘romper el piso’ de los 2 billones de pesos, al ubicarse en 1.94 billones de pesos, lo que significaría una reducción de 10.1 por ciento respecto al cierre de 2022.
En dólares, el saldo actual de la deuda de Pemex es de 107 mil 387 millones de dólares, lo que equivale al 6.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2023, según el reporte Pemex en la mira elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
De acuerdo con el IMCO, la deuda de la petrolera hasta el primer trimestre de 2023 ha logrado disminuir en 0.5 por ciento respecto a la deuda observada en 2018, último año de la Presidencia de Enrique Peña Nieto.
¿Podría Pemex caer en una ‘permacrisis’?
Hacia el futuro, uno de los temas que más podrían afectar las finanzas de la petrolera son los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG), ya que, al no cumplir con ellos, le costará más trabajo obtener financiamiento en los mercados internacionales y la empresa podría caer en una ‘permacrisis’.
“El estado de crisis permanente (permacrisis) es una realidad y se ha convertido en uno de los conceptos que las empresas deben atender a la brevedad para lograr sobrevivir en entornos que pueden poner en riesgo factores como la reputación, economía y longevidad del negocio”, indicó Adriana Pulido, CEO de ILUNKA, empresa especializada en criterios ASG.
Agregó que hasta 90 por ciento del valor de una empresa se debe en gran medida a su reputación, por lo que empresas como Pemex deben mejorar en sus criterios ASG para evitar caer en una ‘permacrisis’.
Apenas la semana pasada, la calificadora Fitch Ratings rebajó la nota crediticia de Pemex a causa de la incertidumbre que generan tantos accidentes en la empresa.
De acuerdo con el ranking ASG de la empresa Sustainalytics, Pemex es la empresa con el riesgo más elevado de México, al obtener una evaluación de 64.73 puntos, lo que significa que tiene un riesgo severo de incumplir con estos criterios.
Para hacer frente a un periodo de inestabilidad y estrés económico y empresarial, las compañías deben blindarse con planes de acción y la inclusión de estrategias ESG que les permitan adaptarse y entender el entorno social, los riesgos reputacionales y de operación.
Apenas el pasado 2 de marzo, Pemex instaló un Comité de Sostenibilidad para fortalecer la visión y alcance de este tipo de criterios.
“Esta iniciativa forma parte de una serie de medidas para alinear las acciones en asuntos ESG hacia los estándares, certificaciones y mejores prácticas del sector de petróleo y gas”, reveló la petrolera en su último reporte trimestral.