La inteligencia artificial podría ayudar a que los hospitales ahorren hasta un 40 por ciento de lo que pagan en energía eléctrica, señaló en entrevista Alejandro Fajer, director de operaciones de la empresa Quartux.
Sin embargo, los beneficios no solo se reflejarían en menores pagos de electricidad, sino también en garantizar suministro de energía en una actividad tan delicada e importante como la que se desempeña en un hospital.
“Mediante inteligencia artificial garantizamos el 100 por ciento de energía eléctrica durante todo el tiempo, y así evitamos redundancia en la red o apagones”, dijo.
A través de un software desarrollado por Quartux, se puede almacenar energía eléctrica en baterías de litio durante periodos en los que sale más barato captar energía, y posteriormente cuando los precios de la energía comiencen a subir y sean más contaminantes, se podrá utilizar la energía guardada, dando certidumbre a las actividades hospitalarias.
La falta de energía eléctrica durante los apagones puede tener graves consecuencias en hospitales y centros médicos.
“Se estima que cada hora de apagón puede poner en riesgo la vida de hasta 15 pacientes en estado crítico debido a la interrupción de equipos médicos y sistemas de soporte vital. Los fallos de energía pueden afectar los sistemas de control de maquinaria y equipos, lo que puede llevar a situaciones de riesgo, como el mal funcionamiento de dispositivos de seguridad, la pérdida de control en procesos industriales o la falta de iluminación adecuada en áreas de trabajo”, apuntó el especialista.
La empresa resaltó que estas baterías ofrecen una fuente confiable de energía de respaldo durante los apagones, permitiendo que los equipos médicos, sistemas de ventilación y sistemas de emergencia sigan funcionando sin interrupciones.
“Además, su alta eficiencia de carga y descarga garantiza una utilización efectiva de la energía almacenada, maximizando la seguridad y el bienestar de los trabajadores”, subrayó.
Según un informe publicado por la Administración de Salud y Seguridad Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés), los apagones prolongados en la industria hospitalaria pueden aumentar el riesgo de accidentes laborales en un 25 por ciento.
Además, se estima que aproximadamente el 20 por ciento de los incidentes fatales en entornos industriales están relacionados con fallos de energía.