El Instituto Nacional de Estadística y Geografia (INEGI) dio a conocer este lunes que la economía mexicana creció un 3.6 por ciento anual en el primer semestre del año, una cifra mayor a la anticipada por especialistas del sector privado y es probable que siga superando las expectativas.
Aun cuando la economía no crezca más en el segundo semestre del año y el nivel absoluto del Producto Interno Bruto (PIB) permanezca en los mismos niveles que tuvo en el segundo trimestre, su valor crecería a 2.5 por ciento a tasa anual en el tercer trimestre y a 1.9 por ciento en el cuarto, en promedio 2.2 por ciento que daría como resultado un ritmo de crecimiento anual del 2.9 por ciento y eso en un escenario pesimista, explica Enrique Quintana en su columna: Las razones por las que la economía crece más.
Es decir, aunque la economía de México deje de crecer en la segunda mitad, casi alcanzaría la previsión de crecimiento del 3 por ciento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHyCP) y superaría la del Fondo Monetario Internacional (FMI) recién establecida en 2.6 por ciento.
Quintana señala que para obtener el resultado del FMI, el crecimiento de la segunda mitad del año debería ser del 1.6 por ciento, lo que implica un decrecimiento en el nivel absoluto del PIB respecto al de junio. Sin embargo, los datos actuales permiten dibujar escenarios aún más favorables.
¿La economía mexicana seguirá creciendo?
Los resultados actuales parecen indicar que el sector terciario, el que tiene más peso en el PIB y que incluye tanto los servicios como el comercio, seguirá impulsando a la economía mexicana.
El último registro del INEGI señala que este sector equivale al 64 por ciento del total de la economía, mientras la industria representa el 28 por ciento y el sector primario alrededor del 8 por ciento.
Quintana, señala que el dinamismo del PIB se deriva fundamentalmente del crecimiento del sector terciario a una tasa de 4.1 por ciento, la más alta en el conjunto de la economía.
Pero eso no es todo. En caso de que en la segunda mitad del año se registre una desaceleración económica en Estados Unidos, la agroexportación y las manufacturas serán de las actividades más afectadas, es decir, aquellas que corresponden a los sectores primario y secundario, respectivamente.
Mientras que el sector terciario, vinculado de manera más estrecha con el mercado interno, resentirá menos el impacto.
¿Por qué creció el sector terciario de la economía mexicana?
Quintana señala tres factores que impulsaron el crecimiento del sector terciario: el empleo formal, el salario y las remesas.
El empleo formal registró un crecimiento del 3.9 por ciento en junio y aunque aún no hay cifras actualizadas para el empleo total, Quintana prevé que tendrán un ritmo parecido.
En el caso del salario nominal, con el que cotiza al IMSS, creció a un ritmo de 11.2 por ciento en esa misma fecha, lo que implica un crecimiento del salario real en 5.8 por ciento. La masa salarial real habría crecido así en 9.9 por ciento, considerando el efecto combinado del empleo y los salarios.
A esto se suman las remesas recibidas, que rondan los 60 mil millones de dólares y un crecimiento del crédito al consumo por parte de la banca comercial de 12.6 por ciento en términos reales, según cifras del Banco de México (Banxico).
Quintana sostiene que todas estas tendencias tienden a ser más estables que las exportaciones, por lo que el escenario más probable es que no tengan cambios relevantes en la segunda parte del año.
“Aun considerando que, a tasa trimestral, en la segunda mitad del año se creciera a un ritmo que estuviera a la mitad del segundo trimestre, la economía crecería 2.3 por ciento a tasa anual en ese periodo y el promedio para el 2023 sería de 3 por ciento. Y lo más probable es que sea mayor”, remarcó el experto.