La industria automotriz fue el motor de las exportaciones mexicanas durante julio, ya que tanto los envíos al extranjero de la industria extractiva, agropecuaria y petroleras mostraron descensos anuales, según cifras oportunas de la balanza comercial.
Datos del Inegi muestran que en el séptimo mes las exportaciones crecieron 2.9 por ciento anual, su mejor dato en dos meses, y sumaron 47 mil 550.4 millones de dólares.
Las ventas al exterior de la industria manufacturera avanzaron 6.8 por ciento anual, y a su interior destacaron las automotrices, con un repunte de 35.7 por ciento, el avance más pronunciado en 6 meses, con 15 mil 951.4 millones de dólares, y representaron 33.5 por ciento del total de exportaciones.
En contraste, los envíos de la actividad petrolera cayeron 28.5 por ciento; los del sector agropecuario retrocedieron 6.0 por ciento y los de la industria extractiva disminuyeron 25.9 por ciento.
Delia Paredes Mier, analista económico, destacó que la industria automotriz ha tenido un buen desempeño en el año e incluso en el acumulado enero-julio muestran un crecimiento en las exportaciones por 17.0 por ciento. “Está siendo un buen año para esta industria y es lo que está ayudando a que las exportaciones se mantengan. Es una muy buena noticia dado que estábamos esperando una desaceleración fuerte en Estados Unidos, sobre todo del sector manufacturero”, dijo.
Previamente, el Inegi ya había dado una señal del óptimo desempeño de las exportaciones del sector automotriz, ya que los envíos al extranjero de vehículos ligeros repuntaron 31.2 por ciento anual en julio, que fue su mejor dato en 10 meses.
Marcos Arias, analista de Monex, dijo que “las exportaciones manufactureras parecen dar elementos para esperar nuevas sorpresas al alza en el crecimiento durante el segundo semestre del 2023, pero al mismo tiempo las importaciones han permanecido estancadas en gran parte del año, especialmente el segmento de bienes intermedios”.
Demanda se debilita
Las importaciones se desplomaron 7.7 por ciento anual en julio, su descenso más pronunciado desde octubre del 2020, para totalizar 48 mil 431.6 millones de dólares.
Las compras en el exterior de bienes de consumo descendieron 9.1 por ciento anual y las de bienes intermedios 10.4 por ciento, con lo que sumaron dos y cinco meses con datos negativos al hilo.
No obstante, las importaciones de bienes de capital repuntaron 23.3 por ciento anual en julio, con lo que ligó 29 meses con crecimiento a doble dígito.
“Ese capital luego se convierte en producción; es para ampliar la planta productiva. Aquí podríamos estar hablando del nearshoring y los efectos, esto es toda la maquinaria y equipo que se necesita para poder producir”, añadió Paredes Mier.
En el intercambio de mercancías, México resultó con déficit de 881 millones de dólares. En la balanza petrolera, el saldo fue deficitario por 1 mil 298 millones de dólares, mientras que la no petrolera arrojó un superávit de 417 millones.
“Sobre los flujos petroleros, las exportaciones fueron impactadas por un incendio en una de las plataformas de Pemex en la costa de Campeche, limitando el volumen”, según analistas de Banorte.
Riesgos hacia delante
De cara a los próximos meses, analistas de Banorte señalaron que diversos factores pueden jugar en contra del sector exportador y aquellos con un mayor impacto serían la debilidad de la demanda global, con China y la eurozona con una clara tendencia a la baja, al tiempo de un estancamiento en las manufacturas estadounidenses.
“(También) efectos por precios, con mayores presiones en algunos commodities, condiciones climáticas más adversas por la presencia del fenómeno de ‘El Niño’ y nuevos ataques rusos a silos de granos en puertos ucranianos”, precisaron.
No obstante, señalaron que la resiliencia de la actividad en EU y la fortaleza del sector automotriz continuarán impulsando las exportaciones, mientras que las importaciones se mantendrán apoyadas por la demanda interna.
Analistas de Banco Base revisaron a la baja su pronóstico para las exportaciones en este año a 4.5 por ciento, “aunque las manufactureras continúan creciendo al ritmo esperado, las petroleras muestran una caída significativa. Al interior, se mantiene el pronóstico de crecimiento anual de 6 por ciento para las exportaciones manufactureras por el impulso de las exportaciones del sector automotriz”.