El presidente de la American Society of Mexico, Larry Rubin, expresó su preocupación por la reducción de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y las controversias en torno al T-MEC, argumentando que estos factores están mermando la competitividad del país en un momento crucial para atraer inversiones relacionadas con el nearshoring.
Durante la Segunda Convención Binacional organizada por la American Society of Mexico, Rubin destacó la importancia de la Ciudad de México como uno de los principales polos de inversión y manifestó que la reducción de slots en el AICM no es una decisión acertada.
En este sentido, instó a la Secretaría de Desarrollo Económico de la Ciudad de México a abordar este tema crítico, buscando la participación de todos los actores clave en la aviación, siguiendo el ejemplo de estándares internacionales, y encontrar una solución más adecuada.
“Reducir los slots le quita competitividad a la Ciudad de México y por ende le quita competitividad al país”, señaló.
Además, refirió a las controversias en el T-MEC, especialmente en torno al maíz transgénico y la energía, como obstáculos innecesarios que podrían perjudicar a México en términos de tiempo y recursos. Destacó que, aunque México ha demostrado ser un socio eficiente en diversas ocasiones, estas preocupaciones deben abordarse para consolidar la atracción de inversión extranjera al país.
“Las controversias hoy existentes en el T-MEC son obstáculos innecesarios, que a toda costa lamentablemente el gobierno de México perderá, y solo hacen perder tiempo y dinero a todos”, enfatizó.
A estos factores, agregó que uno de los principales problemas que enfrentan las empresas estadounidenses que operan en México es la garantía de un suministro de energía eléctrica adecuado para sus operaciones, pues cada vez más empresas internacionales están comprometidas con la sostenibilidad y buscan fuentes de energía limpia y confiable.
Asimismo, afirmó que la certeza legal es un factor crucial para atraer inversiones extranjeras, pues las empresas desean operar en un entorno donde las reglas sean claras y justas, y donde sus contratos e inversiones estén protegidos por el marco legal, brindando confianza tanto en la seguridad patrimonial como en la integridad de sus colaboradores.