La inflación se desaceleró por octavo mes al hilo y durante septiembre se ubicó en 4.45 por ciento anual, desde 4.64 por ciento reportado en agosto, de acuerdo con los datos publicados el lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Pero una base de comparación más retadora y presiones en los energéticos hacen que el panorama luzca más complejo hacia delante.
El dato de la inflación se ubicó ligeramente por debajo del 4.46 por ciento anual esperado por el consenso del mercado y fue su menor nivel desde febrero del 2021, no obstante, lleva 31 meses por encima del rango objetivo del Banco de México (Banxico) de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
La cifra también supera el 4.44 por ciento de la quincena previa, con lo que frenó la racha de nueve quincenas con tendencia a la baja.
Respecto al mes previo, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) avanzó 0.44 por ciento, su menor avance en tres meses y también ligeramente por debajo del 0.45 por ciento esperado por analistas consultados por Citibanamex.
Algunas instituciones revisaron al alza sus pronósticos de inflación para el cierre del año, ante factores que podrían generar presión en los siguientes meses como el repunte en los precios del crudo, el dinamismo del consumo, la fortaleza del mercado laboral y la persistencia de la inflación en servicios.
Mercancías ayudan a la inflación subyacente en septiembre
Uno de los aspectos relevantes del dato de septiembre fue la inflación subyacente, que elimina los precios volátiles de energéticos y alimentos, que también se desaceleró por octavo mes al hilo para ubicarse en 5.76 por ciento anual en septiembre, desde el 6.08 por ciento de agosto.
El dato de septiembre en la subyacente fue el menor desde noviembre del 2021, pero levemente por encima del 5.75 por ciento anual previsto por el mercado.
Sin embargo, se observó que mientras la inflación en las mercancías se moderó por décimo mes al hilo y llegó a 6.20 por ciento anual en septiembre, los servicios repuntaron a 5.23 por ciento anual, desde el 5.15 por ciento previo, principalmente por el pago de colegiaturas.
En tanto, la inflación no subyacente se aceleró a 0.60 por ciento anual en septiembre, desde el 0.37 por ciento de agosto, y tuvo el mayor registro de los últimos cuatro meses, aunque dicho nivel no logró acercarse al 0.73 por ciento estimado por analistas.
Los precios de los productos agropecuarios se moderaron tras dos meses al alza para situarse en 3.25 por ciento anual, y los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno marcaron su sexto mes con deflación y en septiembre fue de 1.71 por ciento anual.
El mercado estaba a la expectativa de los datos sobre los energéticos que, a nivel internacional, han mostrado presiones y que podría haberse reflejado para dicho mes.
Sube y baja de precios en septiembre
Los precios de los productos que incidieron en una mayor inflación fueron el limón, que se encareció 33.79 por ciento en septiembre, respecto al mes previo; mientras que el jitomate subió 10.28 por ciento, y el huevo, 5.43 por ciento.
En contraste, los servicios profesionales bajaron 14.61 por ciento mensual en septiembre; seguido de la naranja, cuya disminución fue de 10.86 por ciento y el aguacate, 8.59 por ciento.
Entorno retador
Ricardo Aguilar, economista en jefe de Invex, dijo a El Financiero Bloomberg que el escenario para la inflación no es positivo, ya que se pueden esperar aumentos en la no subyacente todavía mayores a los ya observados, y que ante una demanda fuerte puede generar que la subyacente enfrente resistencia a la baja.
“El petróleo repuntó 5 por ciento respecto al viernes debido al conflicto que se está registrando en la franja de Gaza, aunado a la extensión de los recortes de oferta por parte de Arabia Saudita y Rusia hasta diciembre, y también por las expectativas de un crecimiento más sólido no solo en Estados Unidos, sino en otras economías a pesar de un elevado entorno de tasas de interés”, dijo Aguilar.
Andrés Abadia, economista en jefe para Latinoamérica de Pantheon Macroeconomics, subrayó que el corto plazo parece muy complejo, debido al deterioro del contexto global y al repunte de los precios del petróleo.
“Esperamos que la inflación termine el año cerca de los niveles actuales, debido a efectos de base desfavorables, pero es probable que la tendencia bajista se reanude en el primer trimestre (de 2024)”, dijo.
Elevan pronósticos
Tras la publicación de los datos de inflación, algunas instituciones elevaron sus expectativas para el cierre de año.
Invex como Monex modificaron su estimación de la inflación general de 4.70 a 4.80 por ciento en ambos casos. Para la subyacente, Invex la revisó de 5.10 a 5.15 y Monex de 5.00 a 5.20 por ciento.
Aunque Banorte elevó su pronóstico de la general de 4.50 a 5.00 por ciento, la subyacente la recortó de 5.30 a 5.10 por ciento, reflejando las presiones por la volatilidad en los energéticos.
Los expertos de Banorte destacaron riesgos al alza por el incremento en los precios de los energéticos a nivel global, el riesgo de un invierno más crudo por el fenómeno de El Niño, y una mayor resiliencia de la actividad económica, tanto en México como en Estados Unidos.
En septiembre los precios de los energéticos disminuyeron 4.61 por ciento anual, lo que representó la menor caída en los últimos cinco meses.