Las exportaciones mexicanas anotaron en septiembre una contracción de 5.1 por ciento anual, siendo su caída más pronunciada en 37 meses, poco más de tres años, cuando en agosto del 2020 se padecían los estragos del cierre de la actividad por la pandemia, según cifras originales del Inegi.
El menor dinamismo de los envíos al extranjero se observó por una caída de 5.8 por ciento anual en las no petroleras, que aportan el 93.1 por ciento del total de las exportaciones, y de igual forma, fue el retroceso más pronunciado desde agosto del 2020.
Al interior de las no petroleras, las manufactureras cayeron 6.6 por ciento anual en septiembre, principalmente por un retroceso de 11.9 por ciento en las no automotrices, el peor dato en 40 meses, desde mayo de 2020. Por su parte, las automotrices reportaron una fuerte desaceleración y avanzaron 3.7 por ciento en las automotrices, muy por debajo del 11.0 por ciento del mes previo, afectadas por la huelga en Estados Unidos a mediados de septiembre que todavía persiste en diferentes plantas.
El economista en jefe de Ve por Más, Alejandro Saldaña, indicó que la desaceleración en las exportaciones no petroleras está claramente ligado al enfriamiento en la actividad industrial en Estados Unidos.
“En el corto plazo, se prevé que las huelgas (sector automotriz) en Estados Unidos produzcan una disrupción en la producción y exportación de automóviles en nuestro país, más ello sería temporal y habría un repunte posterior”, dijo Saldaña.
Aunque ya hay un acuerdo con Ford y Stellantis para dar fin a la huelga, todavía no hay algún anuncio sobre las negociaciones con los trabajadores de General Motors.
Al prolongarse durante todo este mes, Monex refirió que “luce como una amenaza punzante… por lo que será natural observar un incremento en el déficit que, junto con los daños ocasionados por el huracán Otis, resulte en una moderación general del crecimiento económico en nuestro país”.
Banorte destacó que se vislumbra mayor incertidumbre en los próximos meses, como la actividad en China; problemas de logística y mayores tiempos de espera en los puertos y pasos fronterizos de México, y el desempeño del tipo de cambio y precios de algunos commodities.
De igual forma en las que no son petroleras, las extractivas repuntaron 24.4 por ciento y las agropecuarias, 11.4 por ciento anual en septiembre.
Sobre las exportaciones petroleras, se observó un aumento de 5.0 por ciento, en medio de un repunte en los precios internacionales del crudo y con lo que rompió una racha de siete meses con retrocesos anuales, impulsadas por los mayores precios del crudo.
“Como referencia, el precio promedio de la mezcla mexicana de exportación en septiembre fue de 86.17 dólares por barril, mostrando un incremento del 7.42 por ciento frente al mismo periodo del 2022″, destacó Banco Base.
Por su parte, las importaciones petroleras cayeron 31.7 por ciento anual, para ser su séptimo mes con descensos anuales.
El dato oportuno de la balanza comercial mostró que el total de las exportaciones fue de 49 mil 658.1 millones de dólares (mdd), de los cuales 46 mil 212.0 mdd fueron de las no petroleras y 3 mil 446.1 mdd de las petroleras.
Menor dinamismo en el año
En el acumulado enero-septiembre, las exportaciones reportaron un crecimiento de 2.7 por ciento, menor al 19.6 por ciento del mismo lapso, pero del 2022.
Las importaciones reportan una caída de 0.9 por ciento anual en dicho periodo, desde el incremento de 23.7 por ciento del año anterior.
“Para el cierre del 2023, se revisa a la baja la expectativa de crecimiento anual de 4.5 por ciento a 4.0 por ciento, debido a que en septiembre se observó un desempeño negativo de las exportaciones manufactureras distintas al sector automotriz, afectando el crecimiento acumulado de las exportaciones no petroleras y las exportaciones totales”, señaló Banco Base.
Importaciones vuelven a tropezar
Del lado de las importaciones, que revelan el comportamiento de la demanda mexicana, se observó una caída de 3.9 por ciento anual en septiembre, con lo que ligó cuatro retrocesos de forma consecutiva.
Las importaciones no petroleras, que aportan el 90.8 por ciento del total, tuvieron un avance de apenas 0.2 por ciento anual, su dato más débil en cinco meses.
En el desglose, los bienes intermedios anotaron una caída de 8.8 por ciento anual, su séptimo mes con retrocesos; en contraste, la importación de bienes de consumo repuntó 10.3 por ciento, su mejor lectura en siete meses.
En tanto, la importación de bienes de capital extendió su buena racha al crecer 19.6 por ciento anual en septiembre, con lo que ligó 32 meses con alzas a doble dígito, señal de las inversiones que se están realizando en materia de nearshoring.
Saldaña planteó que el sólido crecimiento en las importaciones no petroleras de consumo refleja el sólido desempeño del gasto de las familias mexicanas, y el efecto del tipo de cambio.
Sobre las importaciones petroleras hubo una caída de 31.7 por ciento, su séptimo con descensos anuales.
El monto total de las importaciones fue de 51 mil 139.5 mdd, de los cuales 46 mil 448.9 mdd fueron por las no petroleras y 4 mil 690.6 mdd de petroleras.
Con ello, el saldo de la balanza comercial fue deficitario por 1 mil 481.4 mdd, un aumento de 62.8 por ciento, respecto a septiembre del año pasado.