En cinco años de gestión, la administración del gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, logró transformar las finanzas de la entidad al sacarlas de la bancarrota a la recuperación.
José Luis Lima Franco, secretario de finanzas de la entidad señaló que en 2018 las perspectivas de las finanzas veracruzanas no eran promisorias. “El crecimiento inusitado de la deuda bancaria, la caída de los ingresos propios y de la inversión pública, más el incumplimiento con proveedores e instancias federales, configuraron un escenario que debilitó la posición del Estado”, puntualizó.
Expresó que instituciones importantes como el Instituto de Pensiones del Estado o la Universidad Veracruzana, quedaron en entredicho. Lo mismo sucedió con la gran mayoría de los municipios, a los cuales se les retuvieron indebidamente las transferencias federales a las que tenían derecho.
Como reflejo de lo anterior, en 2017 las calificadoras consideraron que la entidad era insegura para el pago oportuno de obligaciones y mantenía un alto riesgo crediticio y de caer en default.
Sin embargo, gracias a las medidas de estabilización y saneamiento de las finanzas públicas, Veracruz logró durante la actual administración revertir su calificación crediticia de nivel especulativo a grado de inversión, explicó Lima Franco.
“Las calificadoras internacionales han otorgado 16 alzas en tan solo cinco años de esta administración, lo que permitió recuperar la confianza de los mercados”, abundó.
Disminuye deuda en Veracruz
De 2018 a 2023, Veracruz redujo su deuda en 22.7 por ciento, equivalente a 19 mil 800 millones de pesos, la cual pasó de 87 mil 207 millones de pesos en 2018 a 67 mil 407 millones de pesos en 2023, por lo que los pasivos dejaron de ser un problema para la entidad.
El funcionario destacó que se contuvo el gasto corriente mediante una política de austeridad bien entendida que acabó con lujos y derroches para priorizar el gasto productivo y social.
“Al mismo tiempo, se incrementaron los ingresos propios, sin nuevos impuestos ni aumento de los existentes, mediante la socialización de la recaudación consistente en la ampliación de la base fiscal y el acercamiento de la Hacienda al contribuyente”, recalcó.
Los recursos propios aumentaron 87.7 por ciento de 2018 a 2023, pasando de 8 mil 629 a 16 mil 192 millones de pesos.
El aumento de los ingresos y la disminución del gasto corriente mejoró las condiciones de balance de las finanzas veracruzanas: los créditos de corto plazo pasaron de 4 mil 788 millones a mil millones de pesos entre 2017 y 2022.
Igualmente, fue posible incrementar gradual, pero sustancialmente la inversión pública y mejorar su destino. En 2023 ésta fue prácticamente el doble de 2019.
“El semáforo de alertas de la SHCP ha calificado a Veracruz en verde total desde el año 2019. A partir de la creación de dicho reporte, la entidad no había logrado tener los tres indicadores en verde”, enfatizó Lima Franco.
Subrayó que Veracruz destaca a nivel nacional como referente en disminución de la deuda, así como de adeudos liquidados con el SAT por casi 15 mil millones de pesos.