El presidente electo de Argentina, Javier Milei, prometió una ‘terapia de shock’ económico para equilibrar el presupuesto del país sudamericano el próximo año en un esfuerzo por evitar la hiperinflación.
Milei dijo durante su campaña que buscaría un nuevo modelo económico, mismo que va desde el recorte de instituciones así como la eliminación del Banco Central y la dolarización. La llegada de la ‘terapia de shock’ que prometió en sus primeras horas como presidente electo se suma a su estrategia para frenar la inflación y la crisis económica que golpea a los argentinos.
¿En qué consiste la ‘terapia de shock’ que propone Javier Milei en Argentina?
Recién salido de su aplastante victoria electoral, Milei dijo el martes 21 de noviembre por la noche que recortará drásticamente el gasto público porque “no hay dinero”. No hacerlo aumentaría aún más los precios al consumidor, que ya se están disparando más de 140 por ciento al año, su ritmo más rápido desde que la nación sudamericana salía de su último episodio de hiperinflación a principios de los años 1990.
“Si no hacemos el ajuste fiscal, vamos a la hiperinflación”, dijo en una extensa entrevista radial. “Voy a hacer un ajuste de shock”.
Milei proporcionó pocos detalles sobre cómo equilibraría el presupuesto y dijo que su equipo económico, aún anónimo, se ocuparía del balance de deuda a corto plazo del banco central. Añadió que los pagos de intereses sobre los bonos en pesos realizados por el banco central ascienden a 10 puntos porcentuales del producto interno bruto.
En la entrevista, Javier Milei insistió en que los recortes de gasto no afectarían a los ciudadanos comunes sino a la clase política y sus aliados. Indicó que los proyectos de obras públicas necesitarían capital privado.
El presidente electo se reunió el martes con el presidente saliente, Alberto Fernández, en la residencia oficial en las afueras de la ciudad de Buenos Aires para iniciar la transición de gobierno. Dijo que bromeó con Fernández acerca de convertirse en el próximo “inquilino” de la propiedad, pero luego no ahorró críticas a su administración, diciendo que su gasto excesivo “plantó hiperinflación”.
“Hay un mandato muy claro”, dijo Javier Milei en la entrevista. “Mi compromiso con los argentinos es exterminar la inflación”.
De lo contrario, añadió, Argentina terminaría como Venezuela.
Argentina está a unos pasos de la recesión
La economía de Argentina se estancó después de una devaluación del tipo de cambio oficial del peso en agosto, lo que ilustra el desafío que heredará el presidente electo Javier Milei cuando asuma el cargo el próximo mes.
La actividad económica se mantuvo estable en septiembre respecto al mes anterior, según datos del gobierno publicados el miércoles 22 de noviembre, más fuerte que la caída del 0.5 por ciento prevista por los economistas. Respecto al año anterior, el indicador del producto interno bruto cayó un 0.7 por ciento, en línea con las expectativas.
La sorpresiva victoria de Javier Milei en las elecciones primarias presidenciales de agosto llevó al actual gobierno peronista a devaluar la moneda oficial en un 18 por ciento y aumentar la tasa de interés clave en 21 puntos porcentuales. La devaluación afectó duramente a los precios ese mes y septiembre, cuando la inflación mensual alcanzó el 12.7 por ciento, un nivel no visto desde que Argentina salía de la hiperinflación a principios de los años 1990.
El outsider libertario, que obtuvo una victoria aplastante en la segunda vuelta presidencial del domingo, heredará una economía que se tambalea hacia su sexta recesión en una década y un aumento anual de los precios al consumidor que supera el 143 por ciento. Prometió reemplazar el peso por el dólar estadounidense y cerrar el banco central de Argentina.
El PIB de Argentina se desplomó un 2.8 por ciento en el segundo trimestre, la caída más profunda desde el pico de la pandemia a principios de 2020. Una sequía récord que acabó con 20 mil millones de dólares en exportaciones agrícolas y aceleró la inflación de los alimentos tuvo un alto precio en la economía. Los economistas encuestados por el banco central prevén que la producción caerá un 2 por ciento este año y se contraerá nuevamente en 2024.