Los ingresos de las trabajadoras domésticas remuneradas en México son 37 por ciento más bajos que el resto de mujeres en ocupación formal, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Las empleadas domésticas reciben una media de 414 dólares mensuales, mientras que el resto de las mujeres empleadas gana 661 dólares. En ambos casos, los ingresos son inferiores al promedio de América Latina de 450 dólares para el sector de hogares, y de 821 dólares.
“En algunos casos, los bajos salarios llevan a que las mujeres se encuentren en situación de pobreza a pesar de estar ocupadas y percibir ingresos. Esta situación afecta particularmente a las trabajadoras domésticas”, señaló José Manuel Salazar Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal.
Destacó que las políticas de inclusión laboral deben tener especial foco en atender a las mujeres y los jóvenes, grupos más afectados con el paso de la pandemia de COVID-19.
“La inclusión laboral es fundamental para el mejoramiento de los indicadores económicos, laborales y sociales, incluyendo la desigualdad”, señaló en conferencia.
¿Cuántas mujeres se dedican a ser empleadas domésticas en Latam?
En la región, 26.7 por ciento de las mujeres se ocupa en el sector ampliado de los cuidados. Ellas también representan:
- 69.9 por ciento de las personas ocupadas en el sector de la enseñanza.
- 73.5 por ciento de los ocupados en el sector de la salud.
- 92.8 por ciento del empleo doméstico.
En México, la remuneración de las mujeres ocupadas es inferior en 19.4 por ciento al promedio de América Latina, y los ingresos del empleo doméstico remunerado son 8 por ciento menor, revelan datos del informe.
En cuanto a los jóvenes de 15 a 29 años, la informalidad en la región es de 53.4 por ciento, 12 puntos porcentuales superior a la de las personas adultas de 30 a 64 años.
Un 23 por ciento de esta población no estudia ni trabaja (los llamados ‘ninis’) “fenómeno que despierta especial preocupación” y más de 70 por ciento de las personas jóvenes que no está estudiando ni ocupada en el mercado de trabajo son mujeres.
“Las políticas de inclusión laboral deben enfrentar decididamente la informalidad laboral”, señaló el secretario general de la Cepal, al referir que el gasto social especialmente para políticas laborales fue de 0.42 por ciento en 2022 contra 0.48 por ciento en 2021 y 0.98 por ciento en 2020 a nivel regional.